Hace un tiempo, navegando en Facebook ví esta imagen que me movilizó. Se llama “Ley de la vida”.
La “Ley de la vida” marcaría que tenemos tiempo y mucha energía cuando somos jóvenes, pero nada de dinero para potenciar el disfrute. Luego, en la madurez, conseguimos el dinero necesario, pero hacerlo nos consume gran parte de nuestro tiempo y una parte importante de nuestra energía. Finalmente, cuando llega el tan esperado “retiro” en la tercera edad, conseguimos llenar dos tanques importantes por primera vez (dinero y tiempo) pero no tenemos energía para disfrutarlos.
Esta imagen, tan cruda como real para la gran mayoría de la gente, nos está diciendo que algo no anda bien en la manera en la cual estamos viviendo nuestra vida en Occidente.
Ahora bien: ¿estamos preparados para escuchar otras campanas? Llenar los “3 tanques” de Dinero, Tiempo y Energía a la vez aparece como algo muy difícil de concretar pero.¿es realmente imposible? ¿Qué relación existe entre el dinero y la falta de tiempo? ¿Qué acciones concretas podemos llevar a cabo para romper con esta tan injusta “Ley de la vida” y trazar nuestro propio destino?
A continuación trataré de trasladarte en el poco tiempo que seguramente tenés para leer esta nota algunos consejos basados en mi experiencia y en la nueva literatura que está surgiendo al respecto.
DINERO Y TIEMPO COMO VARIABLES DE AJUSTE
Presentado el problema, alguien podría decir que el título de esta nota debería ser algo así como “La energía, el dinero y tu falta de tiempo”. Pero se equivocaría: la energía es aquí, a mi juicio, la única variable pre-determinada de las “leyes de la vida”: nadie puede evitar envejecer físicamente con el paso del tiempo, y perder con ello Energía.
Pero sí, en cambio, hay quienes logran llenar al unísono los tanques de Tiempo y Dinero en una edad que podríamos situar entre los 30 y los 45 años, en donde la Energía, si bien no está “full”, podemos decir que sigue estando ¾ llena.
En mi caso particular, no habiendo llegado aún a los 40, logré aplicar un método de trabajo que llamo 4×4 y que equivale a trabajar 4 horas por día, 4 días a la semana; pero para poder llegar a esto tuve primero que aprender 2 aspectos fundamentales:
1) Un solo tanque es lo que quieren, no lo que quiero: desaprender todas las reglas sociales y profesionales que señalan a las personas que están muy “ocupadas” como “importantes”. Desafiar y cuestionar “el éxito” basado en el sacrificio, tan arraigado en nuestro subconsciente.
Ser “millonario” y “exitoso”, desde el punto de vista social es tener lleno el tanque de Dinero y vacío el de Tiempo en alguno de los únicos dos ciclos de la vida en los cuales aún tenemos el tanque de Energía con disponibilidad “full” o “semi-full”.
Ser millonario, desde mi perspectiva es tener los tres tanques en más de la mitad al mismo tiempo, como un objetivo de mínima.
De igual manera, cometemos un error cuando pensamos en la pobreza como una simple limitación económica. Cuando somos “pobres de tiempo”, la “deuda” comienza a acumularse y tenemos que administrar la escasez de tiempo de manera tal que sea menos nocivo para todos (nosotros y nuestro entorno). Las necesidades del momento superan a las necesidades del futuro, haciendo que el futuro sea más difícil de alcanzar.
2) Los tanques son independientes: tuve que darme cuenta que Tiempo y Dinero no son necesariamente elementos dependientes entre sí, como también nos quieren hacer creer. Esto quiere decir que puedo estar empleando mi tiempo en actividades no lucrativas mientras gano dinero gracias a tareas realizadas de una sola vez, conocidas como VAI (Vehículos Automatizados de Ingresos, ampliaré este concepto más adelante).
Estudiando el tema y leyendo a autores como Timohty Ferris (“La semana laboral de 4 horas”) o José Castelló (¡Vive sin trabajar!) llegué a una conclusión increíble que muchos cuestionaran sin siquiera planteársela: la gente trabaja a destajo 12 horas por día porque no sabría que hacer con su tiempo libre, ya que el disfrute del mismo se encuentra asociado a un deseo infantil muchas veces atrofiado luego de tantos años de obligaciones y responsabilidades.
VAI Y LAS 4 PALABRAS QUE TENÉS QUE APRENDER
Atardecer, una periodista y Aristóteles Onassis sentados en unas reposeras de una piscina de la mansión de este último. La periodista le pregunta como hizo su fortuna, a lo que Onassis responde: “¿Ve esa palmera que está ahí? Bueno, yo la ví primero”.
El protagonista de esta historia (real) pudo percatarse en sus comienzos que en Oriente había infinidad de petróleo, y que ese petróleo debía ser transportado a Occidente de alguna manera. Creó con ello una empresa de transporte marítimo que en poco tiempo lo convirtió en multimillonario.
Lo que quiero ejemplificar con esto es la importancia de aprovechar las oportunidades que el social histórico en el cual nos toca vivir nos brinda. En aquel entonces fue el petróleo, pero estamos hablando de la Era Industrial. Ahora la oportunidad está en Internet, la nueva “economía intangible”, y en las oportunidades que surgen a partir de la misma. Internet es la mejor aliada de los VAI (Vehículos Automatizados de Ingreso).
La propuesta es desarrollar estas habilidades paralelamente a nuestra actividad laboral central para poder, de a poco, crear uno o más VAIs que nos permitan el objetivo central de tener los 3 tanques llenos en más de la mitad antes de los 45 años.
Los VAI son mecanismos de negocios en donde se invierte mucho tiempo y esfuerzo (y algo, aunque no mucho, de dinero) de una sola vez para poder crear un sistema mediante el cual el dinero fluya a tu cuenta todos los meses sin que tengas que realizar una tarea que te insuma más de 16 horas semanales (sí, semanales y no diarias, como ahora).
Para poder desarrollarlos, hay 4 palabras que tenés que aprender para comenzar este recorrido:
1) Productos intangibles
Se considera que un bien es intangible cuando, por alguna razón, no puede ser tocado o apreciado de manera física. Los productos intangibles son los servicios que una empresa o persona presta a otras, el proceso de distribución mediante la utilización de intermediarios aparentemente desaparece al no existir un flujo físico, existiendo, en cambio, una relación directa entre el que presta el servicio y el usuario. No son susceptibles de ser almacenados ni transportados. El tipo más común de bienes intangibles son los contenidos digitalizados. Estos son objetos de valor que se distribuyen desde un productor a un consumidor pero no se pueden tocar.
Ejemplos comunes de estos bienes son los servicios de suscripción a música online, videos, películas o shows de televisión que se pueden descargar y los libros electrónicos (eBooks). Las patentes o derechos de autor pueden ser considerados una forma de bien intangible.
2) Automatización
Tiene que ver con diseñar sistemas en los cuales los procesos estén ya definidos de antemano y no requieran la intervención de quien los diseñó. Por ejemplo: tenés un nuevo interesado en tu producto intangible que desea realizar el pago para comprarlo. Debe poder hacerlo, acceder al producto y disfrutarlo sin que vos tengas que hacer algo al respecto. Te vas a dar cuenta que realizaste una automatización exitosa de tu producto o servicio cuando el costo de un nuevo cliente sea realmente marginal, es decir, que no represente más recursos y costos para tu emprendimiento.
3) Suscripción
Suscripción o membresía es cuando en vez de cobrar por única vez por tus productos o servicios, los presentas de manera tal que el comprador se suscriba a tu empresa y te pague todos los meses por la utilización del mismo.
4) Atomización
Atomizar la venta de un producto es dejar de pensar en un nicho de mercado o país específico y aprovechar las ventajas de la globalización e Internet para llegar a los miles o millones de personas alrededor del mundo que pueden estar interesados en lo que tenés para ofrecer.
Combinando suscripción con automatización, podés cobrar precios realmente bajos y atractivos que te permitan atomizar tus ingresos en una gran cantidad de clientes que pagan poco pero que, en términos agregados, representan un monto importante.
CONCLUSIÓN
Lo primero es preguntarse hacia dónde nos lleva la vida laboral que estamos teniendo, en el esquema de los 3 tanques vistos. Si el resultado es el deseado entonces listo, no hay nada que cambiar. Caso contrario, es necesario buscar algo que nos apasione hacer y luego la manera de monetizarlo utilizando las 4 palabras expuestas en esta nota.
Haciendo esto, habremos creado un VAI y nuestra vida habrá cambiado totalmente.
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