A continuación les transcribo frases y enseñanzas de mercado que sirven para convertirnos cada día en mejores inversores.
Próximamente, la segunda entrega de este material.
En la entrada de la bolsa, debería haber un cartel que diga: “habiendo escaleras en la evolución del mercado, la entidad no se responsabiliza por los accidentes ocurridos en el ascensor”.
A través de muchos años de observación, llegamos a esta conclusión: hay veces en que el inversor es una víctima del mercado. Y hay otras en que el mercado es víctima de los inversores.
La bolsa es la gran seductora y se brinda entera desde el primer día. Pero, sin tenerle miedo, trátela siempre de “usted”.
Si vendió y sigue subiendo, se lamenta. Si no vendió y comenzó a bajar, se lamenta. Esta es la receta para la eterna infelicidad bursátil. Mejor dejar las quejas para cuando vamos al psicólogo.
Antes de comenzar a invertir en la bolsa acuérdese del viejo refrán ruso: “cuando se le teme al lobo no se va al bosque”.
Una buena máxima para grabarse: “comprad al son del cañón, vender al son del violín”.
Cuando se dan caídas del tipo vertical, empieza a tomar cuerpo aquello de: cuando se ha llegado al fondo del pozo, la única que queda es subir.
Ganaba 100% en un mes y no vendió. Después se le escucha decir que la culpa es de la bolsa que bajó. Que todo es una trampa. Que esto es una timba. Que la culpa es de su asesor que lo convenció de que no era el momento de vender. Que un amigo lo aconsejó mal. Vamos hombre: nadie esta libre de decir tonterías. Lo realmente mal es decirlas con énfasis.
El asunto pasa por ser un inversor de arcilla, maleable. No como aquellos que están dispuestos a morir “con las acciones puestas” por orgullo.
Recordar que hay que ser siempre un inversor de la bolsa, no de un papel. El fanatismo no lo llevará a nada.
En la bolsa, como suele suceder en la vida, se aprende mucho más de los fracasos que de los éxitos.
Una de las máximas de siempre, comprar con el rumor y vender con la noticia, puede extenderse con la siguiente línea de pensamiento: “Cuando se sabe lo que va a pasar, no puede pasar nada, puesto que ya pasó”.
Tener cuidad cuando la bolsa es invadida por OVNIS (Órdenes Voladoras No Identificadas).
Las acciones para armar una buena cartera de inversiones deben ser como los bombones: pocos, pero de calidad
Si se olvida de todos, al menos recuerde siempre este pensamiento: el que vence en la bolsa no es el hombre de principios, sino el de finales. Es el que es capáz de llegar hasta el fin de lo que se propone no importan las circunstancias.
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