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Tu vecino millonario.

¿Sabías que tu vecino, aquel que saca a pasear al perro todas las noches antes de dormir, es quizá uno de los tantos millonarios anónimos?

En primer lugar, deberíamos definir qué se considera millonario hoy en la Argentina.

Pueden existir muchas clasificaciones para lo que es generar riqueza. A mí la que más me gusta es: “se produce riqueza cuando con poco esfuerzo se generan muchos resultados, y pobreza cuando con mucho esfuerzo se llega a resultados escasos”. También podríamos hablar de los que son ricos en dinero pero pobres en tiempo. Pero más allá de esto, a nivel cuantitativo, veremos al final de esta nota una ecuación que busca determinar que es ser millonario hoy en día.

Según el libro “The Millionaire Next Door” (El millonario de la puerta de al lado), escrito por Thomas J. Stanley, existe un concepto totalmente equivocado acerca de los millonarios. Para demostrarlo, el autor realizó un estudio que duró 20 años, en donde analizó el comportamiento de personas de alto poder adquisitivo en los Estados Unidos, y la concusión puede resumirse en 4 características que veremos a continuación.

CARACTERÍSTICAS QUE DISTINGUEN A LOS MILLONARIOS

1) Los millonarios tienen en su mayoría un estilo de vida austero: gastan menos de lo que ganan e invierten el resto.

La mayoría de las personas que no son millonarias piensa que ser millonario implica poseer la cantidad de dinero suficiente como para no tener que preocuparse nunca más por cuánto se gasta y así poder llevar un cierto estilo de vida.

Según el libro, este concepto es totalmente erróneo: la mayoría de los millonarios supervisa y planifica cuidadosamente sus gastos y vive de una manera modesta, obteniendo más placer al sentir seguridad financiera que proyectando un estilo de vida lujoso entre amigos y conocidos.

Según los datos recopilados, cerca del 50% de los millonarios no vive en barrios de altos poder adquisitivo. Además, en la mayoría de los casos, adquirieron sus propiedades después de lograr la independencia financiera y no antes.

Es decir, por lo menos la mitad de los millonarios vive como si fuese de clase media-media, buscando que los gastos mensuales no pongan en riesgo lo acumulado.

2) Los millonarios son eficientes empleando tres recursos fundamentales: tiempo, dinero y energía.

Thomas Stanley pudo identificar en su estudio que los millonarios invierten una parte importante de su tiempo en planificar sus finanzas personales, ya que aprendieron una regla de oro: la cantidad de tiempo empleada en planificar gastos e ingresos potenciales es directamente proporcional al incremento de su riqueza.

Puntualmente, dedican gran parte de su tiempo en buscar oportunidades de inversión, entablar relación con asesores financieros de calidad, leer diarios y revistas especializados en economía y finanzas y acudir a todo tipo de seminario financiero que sea de su interés.

Un dato polémico que llamó la atención es que gran parte de los adinerados no había realizado estudios universitarios o de posgrado.

3) Los millonarios dan mayor prioridad a la independencia financiera que la posición social.

¿Cuánta gente hay que parece millonaria por su nivel de gastos, el auto que tiene y el lugar en donde vive, pero si uno se pone a investigar con lupa sus finanzas personales descubre que la mayoría es con dinero prestado y, aún más importante, no tienen ningún tipo de ahorros ante emergencias? Seguramente son muchos, y más hoy en día en un país como el nuestro en donde cada vez más se incita a consumir todo a crédito y en cómodas cuotas.

El estudio arrojó que al adquirir un automóvil, los millonarios son más sensibles al precio del mismo que la población en general, es decir, invierten una porción más baja de su capital en vehículos que el ciudadano promedio.

De esto se desprende entonces que el 50% de los millonarios es más propenso a invertir su dinero en áreas que sean productivas y que impacten en los negocios que en símbolos de estatus.

4) Los padres de los millonarios no les proporcionaron asistencia financiera significativa.

Este resultado derriba otro mito: que la mayoría de los millonarios heredaron su fortuna.

Alrededor del 66% de los millonarios que participaron de la encuesta, sólo recibieron subsidios económicos de sus padres para educación.

Más aún: el estudio reflejó que mientras más fondos le proporcionaban los padres a sus hijos adultos, menos riqueza acumulaban por su cuenta.

Los hijos de millonarios que reciben sumas de dinero de sus padres no logran distinguir entre la riqueza que ellos mismos han generado y la que han recibido, y por ello tienden a percibirse más productivos de lo que realmente son.

Pareciera entonces que en lugar de regalar dinero en efectivo, lo mejor que puede hacer un padre por sus hijos es darles una buena educación, un buen ejemplo (estilo de vida modesto), rasgos marcados de personalidad en donde se refuerce el pensamiento y se premien los logros personales y el estímulo a la independencia personal.

En ese sentido, los estudios incluso recomiendan a los padres millonarios no decirles a sus hijos que se posee ese dinero porque eso estimula una vida materialista, y mucho menos hablar sobre temas de herencia.

EJERCICIO

El ejercicio que sugiere el autor de “The Millionaire Next Door” es muy sencillo y consta de tres pasos:

1) Calculá tu patrimonio neto actual.

Para ello deberás sumar todos tus activos valuados a valor de mercado. Esto incluye: dinero en efectivo, inversiones, casa, auto y cualquier otro activo con el cual se cuente, siempre y cuando tenga un valor de reventa.

Luego, deberás calcular tu pasivo: deudas con tarjeta de crédito, hipotecas, otros préstamos que te hayan hecho familiares o amigos y demás.

Para finalizar esta primera parte, restarle el pasivo al activo para llegar al patrimonio neto.

2) Calculá tu “patrimonio neto objetivo”. Para ello, debés

primero calcular tu ingreso anual (incluido aguinaldo si trabajás en relación de dependencia y cualquier otra fuente de ingresos que puedas tener) y luego dividirlo por 10. Finalmente, multiplicar el número obtenido por tu edad. El resultado es tu “patrimonio neto objetivo”.

3) Comparar el patrimonio neto obtenido en 1 con el patrimonio neto objetivo obtenido en 2.

Un millonario podría definirse como aquel que tiene un patrimonio neto de dos veces o más su patrimonio neto objetivo, mientras que el promedio de la gente descubre que su patrimonio neto es igual o inferior a su patrimonio neto objetivo.

CONCLUSIÓN

Los fundamentos presentados derriban muchos de los mitos existentes con respecto a los millonarios: la mayoría no ostenta. Muy pocos son millonarios gracias a herencias recibidas. Los altos estudios poco tienen que ver con la fortuna.

A partir de lo formulado, podrás calcular cuán cerca o lejos te encontrás de esta categoría, que como vimos, no tiene nada que ver con tener millones de dólares.

Esta nota fué escrita por Nicolás Litvinoff y publicada por el diario La Nación el martes 20 de Agosto de 2013.


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