Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación
Las fake news (noticias falsas), las FUD ( fear, uncertainty and doubt o miedo, incertidumbre y dudas) y el más criollo “cuento del tío” tienen un objetivo en común: aprovechar un escenario de incertidumbre social para obtener un rédito político o económico. El hábito cada vez más popular entre la población mundial de informarse a través de las redes sociales, WhatsApp y portales de Internet de dudoso sistema de verificación de la información ofrecen un caldo de cultivo ideal para la difusión de campañas maliciosas e incluso peligrosas para nuestros bolsillos. En la nota de hoy dejaremos de lado la dimensión política de este asunto para centrarnos en el universo económico. Nos sumergiremos en ese mar de miedo y desesperación que inunda a tantas personas y que las lleva a tomar decisiones equivocadas en beneficio directo o indirecto del creador del fraude informativo.
Fake news: Historia y ejemplos
Más allá de la proliferación de noticias falsas que acompañó al veloz crecimiento de Internet , las fake news no son algo nuevo. Hace miles de años se corrió el rumor de que los cristianos practicaban el incesto, el infanticidio y el canibalismo. Esas acusaciones falsas e inverificables les sirvieron a los poderosos de turno para justificar sus persecuciones y linchamientos. Siglos más tarde, otras fake news acompañaron las matanzas de judíos y de millones de personas pertenecientes a distintos credos y etnias. Actualmente, uno de los tópicos de debate más extendido en el mundo político refiere a la influencia de las fake news en las victorias electorales de Donald Trump en Estados Unidos y Jair Bolsonaro en Brasil. En estos casos, se señala como responsables a consultoras especializadas en la elaboración y propagación de noticias falsas.
De igual manera, en el ámbito local y en lo que respecta a las finanzas personales , en los últimos años la mayoría recibió mensajes que alertaban sobre los siguientes peligros:
1) El Gobierno puede abrir las cajas de seguridad de los bancos: Esta noticia falsa comenzó a circular con fuerza a fines de 2012, en pleno cepo cambiario. Llegaba vía mails y redes sociales. Los informantes aseguraban que en los depósitos de la aduana había scanners de última generación que el gobierno kirchnerista había importado con el objetivo de detectar dólares y bienes no declarados en las cajas de seguridad de los bancos. Conocí gente que, aterrada con los rumores, vació sus cajas de seguridad para “salvarse”. Estudié el tema y publiqué las conclusiones en la columna del 23 de octubre de ese mismo año: Cajas de seguridad, ¿sí o no? . Allí, expuse argumentos que echaban por tierra esas versiones desde el punto de vista legal e incluso apelando al sentido de común. Por supuesto, nada de eso pasó y los más perjudicados fueron aquellos que renunciaron a la seguridad y se arriesgaron a robos en la calle o en sus hogares.
2) Se viene un nuevo corralito: “Hola, no podés comprar dólares”, escribió en un desafortunado tuit la exdiputada del Frente para la Victoria Juliana di Tullio en agosto pasado, frente a una nueva normativa del Banco Central que se refería exclusivamente a los dólares que se subastaban diariamente en el mercado mayorista y que no tenían nada que ver con la venta al público. Asustados, muchos inversores minoristas corrieron al banco o a la “cueva” más cercana a comprar o sacar todos los billetes verdes que podían. Con el recuerdo siempre fresco, temían un nuevo corralito. Finalmente, nada de eso pasó y tres meses más tarde los bancos no solo siguen vendiendo dólares libremente y sin restricciones, sino que además la divisa se encuentra cotizando en la zona inferior de la banda de fluctuación impuesta por el Banco Central, lo que nos habla a las claras de una sobreoferta. Por supuesto que quien se tomó el trabajo de leer y analizar la normativa del Banco Central o al menos consultar fuentes fidedignas antes de realizar cualquier operación evitó tomar decisiones apresuradas.
3) Macri anunció un cambio de denominación en billetes y los pesos no servirían más a partir del 2019: Con este cuento del tío le robaron 54 mil dólares a una jubilada el mes pasado, en uno de los momentos más álgidos de la corrida cambiaria. Pero no fue el único caso. Muchas personas, principalmente de la tercera edad, cayeron en la trampa pero la mayoría, por temor o vergüenza, no hizo la denuncia. El cuento del tío es un hermano cercano de las fake news que combina la confianza en quien lo cuenta con el miedo o la ambición de la víctima y su desinformación para estafarla vilmente. Se busca engañar a una persona haciéndole pensar que está llevando a cabo un excelente negocio al intercambiar su dinero por un objeto que presumiblemente tiene mayor valor pero que, en realidad, es falso o directamente no existe. Esta estafa muta a formas distintas en apariencia pero semejantes en su esencia a medida que se expande y que la gente es alertada, por lo que conviene siempre estar atentos y contar con algún mecanismo de seguridad o verificación para que las personas mayores de nuestra familia puedan anticiparnos sus movimientos de dinero antes de realizarlos.
Noticias sensacionalistas e inversiones
Hemos visto algunos casos burdos de fake news que en teoría son fáciles de detectar para una persona medianamente instruida e informada, pero lo cierto es que en el campo económico -y más aún, en el de las finanzas personales- existen noticias sensacionalistas que no califican como falsas y que generan un impacto en la sociedad, desorientan a inversores con baja cultura financiera y promueven operaciones dañinas para sus bolsillos. Un ejemplo muy difundido tiene que ver con la aparición de la imagen de un toro (símbolo de una Bolsa de Valores en alza) o de un oso (símbolo de una Bolsa en baja) en los medios más importantes. Quienes estamos hace tiempo en esto sabemos que cuando aparece el toro en las portadas y se pronostican subas hasta el cielo de los índices bursátiles es momento de ir saliendo del mercado, mientras que cuando el oso copa la parada y las proyecciones pesimistas se propagan por todas partes es cuando el piso de la caída está cerca.
Conclusión
La semilla del éxito de una fake news y su capacidad de hacer daño radica en las conductas impulsivas y arrebatadas que dominan a cientos o miles de personas cegadas por el miedo o la ambición. Por lo tanto, la vacuna o el antídoto contra uno de los mayores males actuales consiste en actuar siempre con tranquilidad, chequear las fuentes antes de confiar en ellas y consultar a más de una persona entendida en el tema antes de tomar una decisión. Las fake news suelen tener además otras características que las delatan: contienen errores de ortografía o gramática, sus imágenes aparecen adulteradas o pixeladas, carecen de autor, fuentes o datos verificables y provienen de sitios desconocidos o poco confiables. Ya estamos alertados: con nuestro dinero no se juega. La información certera y un análisis minucioso son claves para realizar una buena inversión.
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