Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación
Hay medio millón de personas en nuestro país que eligen un modelo de vida DINK (del inglés Double Income No Kids, que significa ingreso doble sin hijos), ponderando el bienestar económico personal y el mayor tiempo libre en perjuicio del mandato social tradicional de formar una familia con al menos dos hijos. Se trata de un modelo que empieza a marcar tendencia en dos países tan potentes pero disímiles como Estados Unidos y China. En el primero hay al menos 31 millones de parejas que viven sin niños, mientras que en China son más de 80 millones.
En general, hablamos de parejas conformadas por millennials de entre 25 y 40 años que generalmente pertenecen a un sector socioeconómico medio alto. Sus gastos necesarios suelen ser mucho más acotados que los de sus pares con hijos, por lo que con el tiempo suelen ubicarse unos escalones por encima en la pirámide social. Su situación de relativa comodidad los lleva a reivindicar un estilo de vida “libre” que consideran innegociable a la hora de proyectar sus vidas.
Pero el objetivo de esta columna no es profundizar sobre las causas y consecuencias de este fenómeno. Mucho menos, emitir un juicio de valor. Lo que pretendemos, como es habitual en este espacio, es concentrarnos en la salud financiera de este tipo de parejas. En consecuencia, repasaremos 5 tips de dinero para DINKs que pueden resultar de suma utilidad para quienes se sientan incluidos en este universo ajeno a los pañales, chupetes, útiles escolares, uniformes, álbumes de figuritas, cuotas de colegios y más.
1) Definir un esquema de gastos de la pareja
Establecer desde un principio el porcentaje de participación en los gastos para actividades compartidas es importante.
Ir al cine, cenar afuera y salir de vacaciones son prácticas comunes de los DINKs, pero ponerse de acuerdo en el reparto de los gastos no resulta tan sencillo. Existen dos opciones típicas: dividir en porciones iguales o diferentes sin contemplar la situación financiera de cada uno o correlacionar gastos con ingresos.
En la primera opción no se tiene en cuenta cuánto gana cada uno a la hora de dividir los gastos. O puede poner cada uno la mitad del dinero o uno se hace cargo en general de una porción mayor por diferentes motivos que no vienen al caso.
En la segunda opción la participación en los gastos se relaciona con los ingresos de cada uno. No se trata de una fórmula directamente proporcional ni exacta, aunque se respeta la diferencia de proporciones para cuidar el bolsillo menos afortunado. Por ejemplo: si Juana cobra el doble que Federico, puede pagar con mayor frecuencia la cena, mientras que él invita el helado.
2) Manejar el ingreso neto extra de manera eficiente
Se trata del ahorro que se produce por gastos que se evitan al no tener hijos. En una familia tipo, el piso de erogaciones que demandan los hijos ronda el 35% del total, siempre que no asistan a una escuela privada con cuotas relativamente altas. En esos casos, el piso puede elevarse tranquilamente al 50%.
La ausencia de esas erogaciones reduce el gasto total y eleva el ingreso neto de la pareja, o lo que queda de ingresos después de realizados los gastos.
Esa sensación de holgura puede promover, sin embargo, malos hábitos financieros. Aparecen incontables “gastos hormiga” o se realiza una mala gestión de las tarjetas de crédito, que terminan financiando consumo innecesario en cuotas cada vez más pesadas.
Como veremos más adelante, ese ingreso extra debe ser aprovechado al máximo para cumplir nuevos objetivos de ahorro y posibilitar un retiro anticipado, en lugar de gastos superfluos que no aportarán valor a futuro.
3) Definir objetivos de ahorro
Los objetivos de ahorro de una pareja DINK pueden ser muy distintos a los de una familia tradicional: al no existir “herederos”, se podría cometer el error de creer que el ahorro que no se utilice en el corto plazo para consumo (vacaciones, cambio de auto, etc.) no tiene sentido.
Las metas deben pasar por originar ingresos pasivos a través de inversiones financieras, a fin de contar con múltiples fuentes de ingresos que excedan al ingreso unidireccional laboral.
Si bien es verdad que los DINKs tienen en teoría más tiempo libre que las parejas con hijos, también es verdad que son en promedio más autoexigentes en sus profesiones y el riesgo de convertirse en workaholics (adictos al trabajo) está siempre latente.
Definir objetivos de ahorro que apunten a generar ingresos pasivos para liberar tiempo puede convertirse en un buen sustituto de la meta más común de las parejas con hijos, donde el ahorro permite proyectar un mejor pasar para los herederos.
4) Abaratar el costo de los viajes
Una de las razones que suelen esgrimir los DINKs cuando se los consulta sobre lo que más disfrutan de su estilo de vida es la libertad para realizar al menos dos viajes al año.
Al no estar atados a calendarios escolares ni sentirse en la necesidad de contar con todas las comodidades en los lugares de destino, pueden planificar vacaciones con antelación, comprar pasajes con más escalas pero mucho más baratos y alojarse en departamentos en alquiler en lugar de hoteles con todos los servicios incluidos. En esta columna, ampliamos los tips para quienes quieren reducir gastos en sus viajes.
5) Evaluar el esquema de las 3 cuentas
De las discusiones por dinero no se salva ninguna pareja. Ni siquiera las que no tienen hijos que alimentar. Por eso, a la hora de los gastos podemos recomendar el esquema de las 3 cuentas, que suele funcionar: cada integrante conserva su cuenta bancaria individual y ambos abren una cuenta conjunta donde realizan aportes destinados a gastos comunes, ahorro, viajes, etc.
Esta suerte de contabilidad financiera de pareja independiente y a la vez compartida permite medir ahorros y limitar gastos. Construye una suerte de estructura financiera que, si se respeta, puede generar confianza y promover el deseo de seguir caminando juntos.
Conclusión
Lo venimos diciendo desde hace años: en lo que refiere a las finanzas personales , cada persona es un mundo distinto. Lo mismo ocurre con las estructuras familiares, tengan o no hijos.
Los DINKs son un fenómeno creciente que merece esta columna y mucho más. Desde este espacio, seguiremos trabajando en esta temática, que incluye también a los neosolteros.
Las costumbres sociales cambian y exigen que el conocimiento financiero esté al día.
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