Ir al contenido

Cuotas, método de sobres y hábitos financieros

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación

Nuestros hábitos y conductas explican en gran medida nuestra realidad. Eso lo sabemos todos. Sin embargo, que esta verdad sea de perogrullo no implica que en el mundo de las finanzas personales actuemos como si nada pudiéramos hacer para mejorar nuestra situación económica y optemos casi siempre por echarles la culpa a los demás en lugar de apelar a la autocrítica e incorporar hábitos financieros más saludables.

El primer paso consiste en definir qué son los hábitos y cómo influyen en nuestra cotidianeidad.

¡Manos a la obra!

Qué son los hábitos

En una investigación publicada años atrás por Duke University se demostró que más del 40% de las acciones de una persona promedio responde a hábitos antes que a decisiones conscientes. Esto sucede porque los hábitos actúan como huellas duraderas en circuitos específicos del cerebro que suelen resistir nuestros intentos por cambiarlos.

Los hábitos esconden decisiones que tomamos de manera deliberada en algún momento, pero que luego abandonamos a la costumbre. Dejamos de poner atención en las razones detrás de esas conductas y simplemente las repetimos. Alguna vez decidimos tomar un camino con el auto para volver del trabajo. Luego, automatizamos el comportamiento y el camino deja de ser una opción para convertirse en una suerte de autoimposición no deliberada.

Algo similar ocurre en el campo de las finanzas personales. El problema es que el camino elegido entonces pudo no haber sido el mejor o pudo haber funcionado en un momento determinado, pero la realidad cambiante requiere que lo modifiquemos antes de que sea demasiado tarde. Mientras tanto, nuestros bolsillos sufrirán el empedrado y el auto, la moto o la bicicleta se irán destartalando.

El método de los sobres y las recompensas

Decidimos cambiar el celular, comprar esa camisa que tanto nos gusta o almorzar en un restaurante con mesas al aire libre. A la hora de la verdad, respondemos afirmativamente cuando nos preguntan si queremos pagar en cómodas cuotas y extraemos de nuestra billetera la tarjeta de crédito.

El hábito de abonar en cuotas implica disociar el momento del disfrute del momento del pago. Una vez que esa sensación placentera se arraiga en nuestro cerebro nos puede arrastrar fácilmente hacia un tendal de deudas que nos depositará directamente en el Veraz.

En su libro “El poder de los hábitos”, Charles Duhigg detalla cómo emergen los hábitos y cómo pueden ser modificados. Básicamente, el proceso consta de tres momentos: señal, rutina y recompensa. El autor los analiza y da un paso más al plantear su regla de oro: sostiene que la mejor forma de romper un hábito es modificando la rutina que lo sostiene, manteniendo constantes la señal y la recompensa.

En el caso de los “cuoteros”, la señal es el momento en que nos dicen cuánto hay que abonar, la rutina se vincula con la acción de pedir o aceptar el pago en cuotas y extraer la tarjeta de crédito de la billetera, mientras que la recompensa refiere al placer que se siente por no tener que pagar en el presente el producto que estamos adquiriendo o el servicio que estamos consumiendo.

Una posible solución para los abonados a las cuotas consistiría en planificar los gastos con al menos una semana de antelación y separar el dinero correspondiente en un sobre. Luego, al momento de abonar, en lugar de esgrimir la billetera como si fuera una espada, tomar el sobre y extraer el dinero separado oportunamente, de manera tal que podamos disfrutar el consumo con la recompensa de saber que ya contábamos con el dinero requerido para la ocasión.

El método de los sobres Finanzas puede parecer naif, pero lo cierto es que resulta muy efectivo: una vez que el consumo se planifica y el dinero es extraído de nuestro fondo para gastos, la sensación que predomina es que el dinero ya se fue al sobre y que solo falta su recompensa: el consumo que realizaremos con fondos genuinos.

En esta nota podrás conocer el valioso testimonio de una persona que aplicó exitosamente el método a sus finanzas personales.

Conclusión

Hemos presentado un ejemplo sencillo de alguien con adicción a las cuotas que puede quebrar esa conducta perniciosa para sus finanzas personales con un cambio muy simple que impacta directa y positivamente en su circuito mental. Sin embargo, debemos advertir que en la realidad este tipo de cambios no abundan y quienes esperan que, por arte de magia, sus vidas cambien para mejor y rápidamente, suelen terminar mal.

Un estudio encabezado por Jane Wardle para la University College de Londres y publicado en el European Journal of Social Psychology afirma afirma que necesitamos 66 días para convertir un objetivo o actividad en algo automático. En todo el período previo deberemos apelar constantemente a nuestra fuerza de voluntad.

Por lo tanto, es probable que necesitemos poco más de dos meses de esfuerzo para reemplazar un hábito como el de la compra en cuotas por el método de los sobres.

Lo bueno es que, una vez incorporados a nuestras vidas, los sobres pasarán a formar parte de la rutina y nuestro bolsillo se sentirá mucho más aliviado. La regla de oro habrá sido aplicada y el fantasma del Veraz quedará en el pasado.

¿Te entusiasma aprender más sobre coóo las nuevas finanzas personales pueden transformar tu vida? Te lo enseñamos en nuestro curso “Finanzas Personales para Principiantes” que comienza el próximo lunes! Más información haciendo click aquí


¿Quiere que el dinero se transforme en una fuente de satisfacción en vez de una fuente de preocupación en su vida?

Aprenda a salir de deudas, generar ingresos pasivos en su economía doméstica e invertir con éxito en la Bolsa de la mano de Nicolás Litvinoff en los cursos online de Estudinero! ¡Reserve su vacante!
Descuento activo: -20% off*

¡Anótese ahora y comience de inmediato!
Ingrese al siguiente link con su tarjeta de crédito a mano para completar la inscripción:


Finanzas PersonalesbolsaWarren BuffettBitcoin y Criptoactivos


Por dudas y consultas, escribir a cursos@estudinero.org

“Le enseñamos a generar sus propios VAIs (Vehículos Automatizados de Ingresos).”