Año |
Precio al comienzo |
Precio al final |
Rendimiento |
2015 |
320 |
430 |
35% |
2016 |
430 |
968 |
125% |
2017 |
968 |
13.860 |
1331% |
2018 |
13.860 |
3.689 |
-73% |
2019 |
3.689 |
7.184 |
95% |
2020 |
7.184 |
28.775 |
301% |
Más allá de la conocida volatilidad de precio, existen algunas valiosas conclusiones a las cuales podemos arribar:
- Los períodos de suba parecen durar 3 años e ir acelerándose año tras año. El rendimiento del 2016 (125%) fue 4 veces más importante que el del año 2015 (35%), mientas que el del 2017 (1.331%) fue 10 veces más importante que el del 2016. Algo parecido sucedió entre 2020 y 2019, ya que el rendimiento del año pasado (301%) fue 3 veces más importante que el del 2019 (95%). De continuar este patrón, el rendimiento del año en curso debería ser de al menos 4 o 5 veces el del año pasado, caso contrario no habría crecimiento anual en términos de rendimiento. De ser así, en el 2021 debería subir al menos 1.200% (valor que multiplica por 4 el rendimiento de 301% del año pasado). Si ese fuera el caso, el Bitcoin debería terminar el año en…345.300 dólares.
- El promedio de rendimientos de los 6 años estudiados es de 302%, lo cuál quiere decir dos cosas: que el año pasado tuvo un rendimiento anual que es casi exacto el promedio de los anteriores 5, y que este año si cumple con su promedio histórico podría cerrar en 86.325 dólares. Pero si este escenario se da, entonces se cortaría el patrón de aceleramiento en los rendimientos mencionado anteriormente, porque el rendimiento del 2021 sería igual al del 2020.
Como se puede ver, existe una diferencia importante entre una proyección y otra, pero tanto la de mínima como la de máxima son muy positivas.
QUE NOS DICE EL ANÁLISIS TÉCNICO DEL PRECIO EN 2021
El Bitcoin ha sido históricamente muy sensible al AT, lo cuál quiere decir que ha respondido bien a los soportes y resistencias, así como también a sus medias móviles. El tema es que cuando un activo se encuentra marcando ATHs asiduamente, no tenemos referencia hacia arriba de hasta donde puede llegar, porque es territorio virgen. Pero un estudio del chart actual puede ser muy útil de todas maneras para arribar a conclusiones que pueden ser de suma utilidad:
- Es una obviedad decirlo a esta altura, pero el Bitcoin se encuentra en una tendencia alcista de largo plazo. Al mismo tiempo, de corto plazo esta claramente “sobrecomprado”, porque su distancia al alza con respecto a la Media Móvil de 99 (en estos momentos en 28.760 usd) es de más de 90%. Se podría determinar que, en el caso del Bitcoin, si su cotización actual tiene más de 20% de distancia por encima de la Media Móvil de 99 se encuentra sobrecomprado de corto plazo y viceversa, más de 20% por debajo se encuentra sobrevendido.
- Ese nivel de entre 29.000 y 30.000 dólares representa entonces el piso que el Bitcoin no debería perder para mantener el ímpetu alcista durante el año. Claro que estamos hablando de un piso dinámico, porque la Media Móvil se va moviendo al pasar los días, ya que el cálculo de la misma se hace con el promedio de cotización de los últimos 99 días.
- Si tomamos un gráfico de más largo plazo, con Medias Móviles y velas semanales en vez de diarias, llama la atención como el Bitcoin viene respetando de manera muy prolija su Media Móvil de 25 días, desde que comenzaron las subas más fuertes en el tercer trimestre del año pasado. Si bien fue testeada en un par de oportunidades, la misma nunca pudo ser quebrada, acompañando desde abajo a su cotización todos estos meses y constituyéndose por lo tanto en una excelente referencia para comprar en los pullbacks (retrocesos de precio) o para ver si este aceleramiento alcista puede seguir con vida en los meses siguientes. Ese nivel actualmente representa los 37.100 dólares, un piso importante para el mediano plazo de este rally.
Pasando en limpio lo visto, a la baja el primer piso importante para el BTC es el nivel de 37.100 dólares en la actualidad, y luego los 29.000/30.000 dólares como nivel que no debería quebrar de ninguna manera. Si bien de corto plazo se encuentra sobrecomprado, cualquier caída importante debería frenar a lo sumo en 37.000 dólares, que de todas maneras representa casi -30% de caída con respecto al precio que ostenta el BTC al momento de escribir esta nota (pero sabemos muy bien que el BTC suele moverse con fuerza en ambas direcciones, no solamente al alza).
CONCLUSIÓN
Es lindo ponerse cada tanto el traje de Nostradamus, pero la verdad…por más que de vez en cuando acierte, siempre siento que me queda grande, sobre todo al momento de hablar de un activo tan imprevisible como el Bitcoin que, como la culebra parda, juega a hacerse el muerto cuando hay un depredador cerca. El Bitcoin cada tanto “se hace el muerto”, con en los años 2014 y 2018, donde sus detractores festejaban con bombos y platillos la explosión de la burbuja de los criptoactivos. Y es
probable que en algún momento lo haga de nuevo (¿en el año 2022?), con caídas del -70% que desde los niveles actuales podrían llevarlo a los 16.000 dólares. Lo importante es no creerle cuando esto suceda y tomar conciencia que el Bitcoin vino a nuestras vidas para quedarse, y para mejorarlas notablemente en lo que respecta a las finanzas, como se puede ver con el surgimiento de las DeFi y otras pujantes industrias del sector.
Pero a no asustarse de más: por el momento todo luce maravilloso y prometedor para el Rey de los criptoactivos, tanto desde los fundamentals como desde el AT. Veremos más adelante si estas “profecías” se cumplieron en términos de proyecciones de precio, siendo lo más importante ahora no olvidarse de una cuestión principal: más allá de las fluctuaciones de valor que pueda llegar a tener, tenemos entre nosotros una nueva tecnología que recién ahora está dando sus primeros pasos en el mundo real, y que promete revolucionar muchas cosas que siempre dimos por obvias pero al parecer no era tan así, como el vínculo entre el dinero y los estados. Seguiremos monitoreando de cerca los próximos meses que, desde ya y de eso si estoy seguro, serán cualquier cosa menos aburridos.