Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación
Quienes estamos en el mercado financiero a menudo recibimos preguntas de este tipo: ¿Es un buen momento para comprar acciones de Tesla? ¿El bitcoin puede seguir subiendo o ya llegó al techo y me conviene vender? ¿Me conviene comprar dólares ahora o espero que siga bajando?
En el imaginario social estas preguntas tienen respuesta, sobre todo si se plantean a la persona correcta: alguien vinculado desde hace años con los mercados. Sin embargo, la experiencia me dice, después de tantas batallas bursátiles, que la inversión en renta variable (acciones, bitcoin, dólar en Argentina e incluso bonos en Argentina por su volatilidad y riesgo, más allá de que se trate técnicamente de renta fija) es totalmente azarosa en el corto plazo. Nadie sabe a ciencia cierta lo que puede pasar la semana que viene. Se trata de una apuesta sin demasiados fundamentos.
¡Pero a no desanimarse! En la columna de hoy repasaremos dos estrategias muy simples y rendidoras tanto para entrar como para salir de una inversión: el Dollar-Cost Averaging (DCA, que en español sería algo así como “promediando el costo de entrada”) y el Trailing Stop Loss (TSL, Freno a las Pérdidas de Arrastre).
Cómo aplicar el DCA para abrir una posición
El Dollar-Cost Averaging es muy simple: consiste en dividir el total de la inversión que se pretende hacer en varias partes iguales y programar compras parciales en fechas determinadas hasta completar el total. Con esto se reduce el riesgo de la volatilidad de precios en el ingreso a la inversión y se elimina el riesgo de entrar o salir de una inversión en el peor momento para hacerlo (fin o inicio de un ciclo alcista).
Para comprender mejor lo dicho, utilicemos un ejemplo: Agustina se decidió, después de mucho tiempo de análisis, por el bitcoin (BTC). Invertiría 4.000 dólares que logró ahorrar en los últimos años. Su principal temor era estar ingresando en valores muy altos, puesto que miraba el gráfico de cotizaciones del bitcoin y lo veía muy cerca de su máximo histórico, por lo que no descartaba una de esas caídas del 70% que la criptomoneda supo experimentar antes de retomar el impulso alcista que lo llevó de los 3 dólares en marzo de 2011 a más de 60.000 diez años después.
Comenzó haciendo lo que todos: preguntarles a profesionales. Esto ocurrió en diciembre pasado: los dos especialistas que consultó le recomendaron esperar que el BTC bajara un poco, puesto que se negociaba a valores nunca vistos: 26.000 dólares por unidad. Desde entonces, como sabemos, el BCT más que duplicó su precio.
Por suerte (o por agudeza), Agustina prefirió ignorar esas recomendaciones y optó por aplicar la estrategia del DCA de acuerdo con el siguiente cronograma: comprar 500 dólares de BTC cada lunes hasta completar los 4.000 que quería invertir en 8 semanas.
Si, en lugar de subir, el BTC hubiera caído, Agustina habría comprado cada lunes a un precio inferior, promediando así a la baja el costo de entrada. Por otra parte, si el BTC hubiese mostrado una mayor volatilidad, con subas seguidas de bajas y bajas seguidas de subas, el promedio de compra habría mostrado cierta estabilidad.
Lo que ocurrió en los hechos fue que el BTC tuvo muchas más alegrías que tristezas, por lo que a Agustina le hubiera convenido invertir todo su capital de una sola vez en diciembre, pero el mundo ideal solo existe en las pantallas y ella sabe que fue su estrategia de compra paulatina la que la animó a comprar BTC. De lo contrario, hoy seguiría teniendo los dólares en la mano y sin invertir.
Cómo aplicar el TSL para cerrar una posición con ganancias
El Trailing Stop Loss es una estrategia de venta que, para poder comprenderla, primero debemos tener en claro qué es un Stop Loss (SL) tradicional. El SL consiste en elegir un valor de venta de un activo que tenemos en cartera en caso de que baje de precio. Ese valor es siempre inferior al actual y permite acotar eventuales pérdidas o asegurar ganancias en caso de que el activo haya subido desde el momento en que compramos.
Veamos un ejemplo de un SL tradicional: Javier compró acciones de Tesla (TSLA) en agosto del año pasado a un precio aproximado de 300 dólares cada una. Luego de una suba fenomenal que llevó a las acciones de la empresa de Elon Musk a valores de 900 dólares por unidad, a fines de enero comenzaron a caer vertiginosamente y la preocupación de Javier fue en aumento. Nuestro amigo temía que sus ganancias no realizadas se evaporaran.
Al precio actual cercano a los 700 dólares, Javier podría vender el total de la posición y realizar ganancias superiores al 130%. Sin embargo, piensa que es probable que el precio de las acciones de la compañía se recupere y no le gustaría quedarse afuera de un nuevo rally alcista, aunque tampoco quiere poner en riesgo todo lo momentáneamente ganado.
Por lo tanto, decide colocar un stop loss en 600 dólares: si TSLA en algún momento perfora ese precio, automáticamente se lanzará al mercado una orden de venta por el total de la posición de Javier, quien logrará de esta manera salir con una ganancia del 100% en dólares respecto del precio de entrada, una performance realmente envidiable. Hasta aquí, el SL clásico.
El Trailing SL brinda una oportunidad adicional, puesto que se trata de un SL dinámico que va elevando su precio de salida a medida que la cotización del activo sube, mientras que se queda quieto en el último punto alcanzado si baja el precio de la acción.
Supongamos que Javier decide mantener un TSL ubicado 100 dólares por debajo del precio de cotización. Si Tesla sube a 800, el TSL se moverá hasta 700. Si luego TSLA baja a 750, el TSL no se moverá de 700 y en ese valor se ejecutará, en caso de que Tesla perfore ese piso. De esta manera, Javier se permitirá la oportunidad de ganar más que el 100% que hubiera significado vender a 600 dólares por acción, aunque también aumentará la probabilidad de que la venta termine ejecutándose puesto que el SL dinámico no tolera caídas tan profundas como la del SL fijo que mencionamos en este ejemplo.
El TSL suele utilizarse en momentos de tendencia alcista de un activo. Permite asegurarse ganancias cada vez más altas y dormir con cierta tranquilidad, puesto que un cambio en el humor del mercado no afectará demasiado la billetera del inversor.
Conclusión
Las estrategias presentadas son, a mi juicio, las más recomendables para inversores que recién están comenzando y tienen temor de comprar o vender en momentos poco convenientes.
Un dato no menor a tener en cuenta son las comisiones que se deben pagar por transacción: si los montos operados en activos son pequeños y, al mismo tiempo, la sociedad de Bolsa o el exchange de criptoactivos cobra altas comisiones por compraventa, habrá que buscar otras alternativas de inversión para evitar que las comisiones terminen barriendo buena parte de los posibles beneficios, especialmente en la estrategia DCA, donde unas comisiones altas pueden encarecer considerablemente el precio promedio de entrada a un activo financiero.
La cuestión del timming (el momento exacto de compra o venta) es compleja en renta variable. Con el diario del lunes todos vemos claramente cómo se debería haber actuado, pero verlo antes no resulta sencillo.
Para no correr el riesgo innecesario de ingresar o salir de una inversión en un mal momento, las estrategias de DCA y TSL aparecen como protectoras para maximizar ganancias.
Comprar en mínimos y vender en máximos es tan tentador como imposible en los mercados. Dejemos que los traders lo intenten mientras nosotros seguimos invirtiendo con los pies en la tierra y disciplina, tan importante para cumplir las metas.
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