Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación
Las stablecoins (en español, monedas estables) están revolucionando las finanzas a nivel mundial, pero sobre todo en países con marcada inercia inflacionaria, como la Argentina.
Se trata de un activo digital que aprovecha las ventajas de la tecnología blockchain, aunque sin sufrir las salvajes variaciones de precio de sus primas del universo cripto, entre las que se destaca el bitcoin, que la semana pasada cayó más del 20% por la decisión de la empresa Tesla, de Elon Musk, de dejar de aceptar bitcoins en la venta de sus autos eléctricos.
Las stablecoins más utilizados son los que están atados 1 a 1 al valor del dólar, aunque hay otros que replican el precio internacional de otras divisas, como el euro, la libra esterlina o incluso el real de Brasil.
¿Por qué un inversor querría comprar una criptomoneda que, a diferencia del bitcoin, el ether u otras, no tiene potencial de apreciación frente al dólar? ¿Cuáles son los tipos de stablecoin que existen y en dónde radican sus diferencias? ¿Cuáles son los riesgos inherentes a estas criptomonedas y cómo reducirlos? ¿Dónde pueden comprarse? Intentaremos responder estas preguntas a continuación.
Ventajas de los stablecoins
Para comenzar, les propongo pensar al dinero fiduciario tradicional (las monedas de los países) como vehículos y al sistema financiero institucional (bancos, agentes de Bolsa, mercados bursátiles, compañías financieras, etc.) como autopistas por donde se mueven esos vehículos.
Las autopistas financieras pertenecen a la era industrial. Están llenas de baches que nunca se arreglan, peajes extremadamente caros (los invito a consultar cuánto sale transferir dinero de una economía subdesarrollada a otra desarrollada) y regulaciones que perdieron su razón de ser, pero aún existen.
Para evitar tantos obstáculos, tenemos las stablecoins, que equivalen a seguir gozando de los mismos beneficios que nos otorgan las monedas duras (dólar, euro, yen, etc.) en términos de reserva temporaria de valor, medio de intercambio y unidad de cuenta, pero con la posibilidad de desplazarnos por autopistas nuevas y funcionales que corren sobre la blockchain, donde podemos:
a) Ejecutar transferencias en el momento pagando comisiones muy bajas sin importar el destino.
b) Custodiar nuestro dinero en forma personal con mucho menos riesgo de robo o pérdida.
c) Realizar inversiones a nivel internacional y en protocolos descentralizados que superan en todos los sentidos al plazo fijo y otras opciones bancarias tan tradicionales como anacrónicas.
d) Dolarizar nuestros ahorros sin restricciones, puesto que no hay cepo sobre los stablecoins por su carácter descentralizado y de operatoria entre personas.
Como se puede observar, las ventajas son muchas.
Pero, ¿qué pasa con los riesgos?
En finanzas, no hay beneficios sin riesgos, pero no todos los riesgos son iguales en relevancia ni probabilidad.
En el caso de las monedas estables, el principal riesgo pasa por la posible pérdida de su paridad con el dólar o la divisa que pretendan replicar, por lo que conviene indagar bien la metodología, la historia y la filosofía de la empresa emisora de las stablecoins antes de decidirnos por una o varias de ellas.
La de mayor uso actualmente es USDT, emitida por la empresa Theter. En estos momentos hay en circulación más de 57.000 millones de dólares, un volumen superior al de las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina. Luego se ubica USD Coin, emitida por instituciones financieras estadunidenses reguladas. Tiene una capitalización de mercado superior a los 14.000 millones de dólares.
En ambos casos, sus emisores aseguran contar con tantos dólares depositados en cuentas bancarias como volumen de monedas estables hay en circulación.
Un poco más abajo en nivel de uso se encuentra la moneda estable DAI, con un circulante de 4.700 millones de dólares. DAI posee una característica importante que la diferencia de sus precursoras: al tratarse de una criptomoneda descentralizada, no está respaldada por dinero fiduciario, sino por tenencias de ether, con fórmulas matemáticas que ordenan las garantías y mantienen la relación 1 a 1 con el dólar con un alto nivel de seguridad, sin necesidad de contar con dólares depositados en bancos.
DAI es emitida por la organización autónoma MakerDAO, cuya naturaleza descentralizada la vuelve más resistente a las regulaciones que podrían surgir en algún momento y que constituyen otro riesgo para el mundo de las monedas estables.
Claro que, en este caso, lo que pase con el precio de ether también constituye un factor de riesgo, aunque la emisión de DAI se maneja con un aforo considerable para que la volatilidad del precio de la criptomoneda nativa de Ethereum no impacte en la paridad entre DAI y el dólar.
¿Dónde se compran las stablecoins?
Como cualquier otro criptoactivo, pueden adquirirse en Exchanges locales e internacionales, fondeando previamente las cuentas que abrimos en ellos con dinero fiduciario vía transferencias bancarias u otros mecanismos permitidos.
La compra P2P (persona a persona) también es muy utilizada en nuestro país. Existen webs que se dedican a vincular a compradores con vendedores incluso por cercanía geográfica.
Si se elige esta metodología de compra, es necesario tomar antes todos los recaudos pertinentes para evitar estafas, en especial si la operación se hace de manera virtual (transferencia de dinero contra transferencia de stablecoins), puesto que existe el riesgo de transferir dinero y que no nos transfieran las criptomonedas correspondientes.
Conclusión
A las ventajas mencionadas hay que sumarle quizá la más importante: la posibilidad de invertir las stablecoins de manera descentralizada a tasas promedio de entre el 7 y 12% anual en dólares, prácticamente sin volatilidad de precio y gracias al mecanismo que ofrecen las nuevas finanzas descentralizadas (DeFi).
En nuestro país, hay analistas que están empezando a contemplar el notable crecimiento de compras de stablecoins por parte de ahorristas e inversores para explicar, en parte, la estabilidad del dólar frente al peso en los últimos meses. Podría ser, efectivamente, una de las razones, puesto que la demanda de stablecoins le quita presión al dólar blue o paralelo.
Los tiempos están cambiando y la filosofía de las personas respecto de los bienes que poseen, también. ¿Para qué guardar dólares físicos bajo el colchón si se pueden comprar stablecoins sin restricciones?
También está cambiando la blockchain: ahora ofrece stablecoins como forma de ahorro por fuera de las criptomonedas más volátiles o como opción para salir de ellas después de una suba muy pronunciada como la que registró el bitcoin antes de la reciente caída. El inversor cripto ya no tiene necesidad de regresar al dólar o incluso al peso cuando quiere evitar la volatilidad del bitcoin y sus hermanas. Ahora tiene las stablecoins a mano y en el Exchange de confianza.
Que el desconocimiento o los temores infundados no te dejen afuera de este universo apasionante y en constante desarrollo. Todavía estás a tiempo de subirte a tu auto y manejar por las nuevas autopistas financieras.
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