Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación
Ocurre prácticamente en cualquier campo que analicemos: lo nuevo genera desconfianza, recelo, suspicacias… Ahora bien, si añadimos que lo nuevo debe competir con el statu quo financiero, la resistencia de la vieja corona, tan poderosa como arcaica, será violenta.
Es el caso del bitcoin y de las DeFi (finanzas descentralizadas), que a pesar de todos los ataques sufridos desde 2009 a la fecha, ha visto crecer su capitalización de mercado desde cero a más de 1,5 trillones de dólares desde la lectura anglosajona (US$ 1,5 billones para nosotros).
Desde su nacimiento, la narrativa acerca del bitcoin distó de mostrarse amigable con el desarrollo del mundo cripto, habida cuenta del choque de intereses que genera el cambio de paradigma y que tiene como punta de lanza la desintermediación financiera que las criptomonedas promueven.
Por este motivo, en la columna de hoy analizaremos 7 mitos y realidades de la inversión en bitcoin y otros criptoactivos. La idea es brindar una mirada más objetiva sobre un tema que fue, es y probablemente será demasiado controversial como para confiar en lo primero que escuchemos o leamos.
1- Solo los narcos y los terroristas usan bitcoin
Esta afirmación se viene escuchando desde los inicios y ganó adeptos alrededor de todo el planeta cuando en 2013 fue desbaratado Silk Road, el sitio de la dark web o Internet oscura comandado por Ross Ulbricht, quien dos años después recibió una doble condena a prisión perpetua más 40 años de cárcel sin posibilidad de libertad condicional por lavado de dinero, hackeo informático y conspiración por narcotráfico. El bitcoin era simplemente el medio más elegido por Ulbricht para pagar sustancias ilegales. La realidad marca que no volvió a ocurrir un caso similar y que los dólares en efectivo son el principal medio de pago de las actividades delictivas. Sin embargo, a nadie se le ocurriría prohibir el dólar en billete.
2- Comprar es fácil, pero volver a dólares/pesos es muy difícil
Como les conté en la columna “¿Es tan difícil volver a cash después de invertir en bitcoin?, dar por concluida una inversión en cripto y hacerse de pesos o dólares es igual o más sencillo que comprar. Desde los mismos exchanges, plataformas multimoneda e incluso con el método P2P (persona a persona), las opciones abundan y se amplían con el paso del tiempo. Incluso permiten, en función del ciclo del mercado cripto, obtener un premio al momento de la venta, con la liquidación de stablecoins (monedas estables) como USDT o USDC a US$ 1 más un 2 o 3%.
3- El bitcoin subió mucho ya, hay que buscar criptomonedas que valgan menos de 10 dólares
Si el bitcoin subió mucho o poco a la fecha es algo que solo sabremos a futuro. Diría que un tiempo prudencial para evaluarlo va de 6 meses a un año, por lo menos. Aquello de que “ya subió demasiado” lo vengo escuchando desde que alcanzó por primera vez los 1.000 dólares, allá por noviembre de 2013. Actualmente cotiza entre los 37.000 y los 40.000 dólares, lo que habla de un rendimiento de largo plazo envidiable para la mayoría de los activos. Por otra parte, que un criptoactivo se negocie a menos de 10 dólares no garantiza en absoluto una ganancia. El precio no es una variable que, en soledad, pueda indicar si algo está caro o barato. Lo conveniente, en todo caso, es cotejar su valor de cotización con la forma como está estructurado el proyecto, quiénes son sus fundadores, cuál es el propósito, cuáles son sus fortalezas y posibles debilidades, qué comunidad respalda al proyecto y qué tecnologías y metodologías utiliza para mejorar y desarrollarse.
4- Por la volatilidad del bitcoin, lo mejor es vender cuando sube mucho y comprar en las caídas
Sin duda, la estrategia más rentable con cualquier activo es venderlo en máximos y comprarlo en mínimos, pero hay un problema insalvable en esta afirmación: nada ni nadie nos avisa cuando un activo está en el piso o cuando tocó su techo, al menos por un tiempo. Así, son miles de millones de dólares los que se pierden en el intento. En consecuencia, la estrategia más efectiva para quienes desean invertir en bitcoin (aceptando el reto y el riesgo, claro está) es el famoso buy and hold (comprar y esperar), puesto que se aprovechará la tendencia alcista de largo plazo (la que mostró hasta ahora, al menos) sin sufrir tanto psicológicamente por las más o menos abruptas caídas momentáneas. Muchas veces, el bitcoin registró en pocos días subas muy pronunciadas y luego se mantuvo estable. Si para los traders profesionales resulta muy difícil acertar el momento justo previo a la suba para comprar, no quiero imaginarme qué pasa con los millones de inversores que pretenden jugar a que dominan el timing.
5- El bitcoin es muy riesgoso como para agregarlo al portafolio de inversiones
La principal criptomoneda es un activo que no se correlaciona demasiado con el mercado accionario ni con la economía en general. Esto quiere decir que su variación de precios se muestra independiente de los ciclos de subas y bajas bursátiles. En finanzas se dice que su beta (el coeficiente de correlación con respecto al índice bursátil estadounidense Standard & Poor’s 500) es cercano a cero, por la muy escasa correlación mencionada. Como sabe todo portfolio manager (gestor patrimonial), los activos con beta cercano a cero no solo no agregan riesgo a una cartera de inversiones bien diversificada, sino que lo disminuyen al reducir el beta de la cartera (su relación con la evolución del mercado en general). En conclusión, agregar bitcoins en pequeñas cantidades (no superiores al 5% del total del capital invertido) reduce el riesgo frente a un eventual derrumbe bursátil.
6- El bitcoin es para millonarios. ¿Quién tiene 40 mil dólares para arriesgar y comprar uno?
Este es uno de los mitos que más rápido se desvanecen en el aire: el bitcoin es divisible casi hasta el infinito. Por lo tanto, la persona que invierte no está obligada a comprar un 1 BTC, sino que puede ingresar en el mundo de la moneda cripto con el monto que desee. Al momento de escribir esta columna, 100 dólares equivalen a 0,0026 centavos de bitcoin. Ese bien podría ser el monto inicial para una inversión individual.
7- Las caídas que tienen son muy violentas. ¡En cuestión de horas podés perderlo todo!
El viejo truco de colocar en una misma frase un dato real (las caídas del bitcoin suelen ser muy violentas) con una falacia (en cuestión de horas podés perderlo todo) funciona cuando dominan el temor y el desconocimiento de un tema puntual. En el caso del bitcoin, el hecho real es que registró a lo largo de su corta historia 26 caídas diarias superiores al 30%. Claramente, cuando se mueve en dirección sur no hay quien lo frene. No obstante, salvo que el inversor esté apalancado y haya pedido dinero prestado para invertir, no tiene por qué realizar esa pérdida (vender), sino que bien puede mantener su posición a la espera de una recuperación y una suba vigorosa que, hasta ahora, el bitcoin siempre mostró. Desde su nacimiento en 2009, la única forma de perder dinero con bitcoin fue vendiéndolo sin esperar la siguiente suba. A la luz de los hechos, todo indica que se trata de una buena decisión de inversión. El futuro, sin embargo, solo lo conocen los dados.
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