Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación
Ganar dinero sin tener que hacer nada, eso es lo que piensa la gran mayoría que son los ingresos pasivos financieros. Alguien me dice en cuál acción bursátil o criptoactivo invertir, y luego cuando haya ganado lo suficiente la vendo y disfruto de la renta, te pueden llegar a contestar si le pedís que te amplíen un poco de que se trata. La realidad es que los ingresos pasivos distan mucho de ser eso que se cree que son, y ahí está la razón por la cuál un altísimo porcentaje de nuevos/as inversores/as fracasan en su obtención.
En la columna de hoy nos concentraremos en que son los ingresos pasivos financieros y las estrategias más utilizadas por los/as inversores/as especializados que si tienen éxito en estos menesteres.
Conceptualización de los ingresos pasivos:
No, ingresos pasivos (IP) no es ganar dinero sin tener que hacer nada. Partiendo de la base de que el dinero es tiempo, la generación de los IP deberá tener como contrapartida la entrega de tiempo. El quid de la cuestión es que ese tiempo puede ser “canjeado” por dinero de varias maneras. El método tradicional que utiliza más del 95% de la humanidad es la de cambiar tiempo de trabajo presencial (el home office también entra dentro de esta categoría) por dinero. Es el tiempo presente el cambio por dinero al trabajar 8 horas por día 5 o 6 días por semana. El inconveniente de este “trueque” es que presenta limitaciones por todos lados: si por algún motivo no podés cambiar ese tiempo presente por dinero entonces se frenan los flujos de ingresos. Para generar Ingresos Pasivos Financieros (IPF) es necesario cambiar tiempo pasado por dinero. Ese tiempo pasado es el que se dedicó en su momento a entender la originación, riesgo y funcionamiento de los IPF.
El problema es que erróneamente muchos/as consideran a estas cuestiones muy difíciles de entender, y quieren saltearse este paso recibiendo el asesoramiento de alguien que supuestamente ya tiene experiencia en el tema. Y si te puede decir rápido y gratis donde poner el dinero, tanto mejor. Pero como sé que esta columna tiene vivaces lectores/as con ganas de aprender sobre estos temas, es que vamos a ver a continuación algunas distinciones que sumarán a la acumulación de ese “tiempo pasado” de research en IPF que posibilitará la obtención de una nueva fuente de ingresos en sus vidas.
Que son y que activos originan los IPF:
En primer lugar, hemos estudiado anteriormente desde este espacio que existen 6 fuentes de originación de ingresos, y 4 de ellas son de IP. Los IPF son ingresos que se obtiene por la inversión de un capital, que no tiene que porque ser un capital enorme, sino se puede comenzar con el simple excedente que podamos generar en un mes de trabajo. Ahora bien, esa inversión debe ser canalizada por un determinado tipo de activo financiero con ciertas características, que no puede ser cualquier activo.
Para que una inversión sea considerada IPC, debe cumplir los siguientes requisitos:
_Se debe saber de antemano cuanto y cuando se cobrarán los flujos de fondo (intereses, dividendos, rentas, etc..) y en que momento se devolverá el capital invertido. _
El capital invertido no debe variar de valor o esa variación debe ser pequeña y soportable.
_Se debe comprender como el o los tomadores del capital (deudor) originan los pagos con los que irán realizando los pagos parciales y finales del ciclo de inversión.
Teniendo entonces estas distinciones, podemos descartar ya todo tipo de inversión en renta variable (acciones, bitcoin, etc..) ya que su rendimiento futuro no es fijo ni conocido con certeza de antemano, sino que está vinculado a los resultados económicos de la entidad emisora. También debemos descartar por ejemplo la inversión en un bots (sistemas automatizados que invierten en acciones o criptoactivos de manera intradiaria en los mercados, muy de moda por esta época) que nos promete un renta dada por nuestra inversión, porque la originación de esos fondos dependerá del éxito o fracaso de las estrategias de inversión de los bots en el contexto de mercado de ese momento.
Por el contrario, la inversión en Plazos Fijos, Bonos, Obligaciones Negociables, Cheques de Pago Diferido, Depósitos en Cooperativas, Finanzas Colaborativas, Cauciones Bursátiles, Fondos Comunes de Inversión de Renta Fija y Monedas Estables (Stablecoins) colocados a tasa son activos originadores de IPF.
El problema de la ansiedad en los IPF
¿Porqué sabiendo esto hay tan poca gente obteniendo IPF? La gran razón vuelve a ser el tiempo, pero en este caso no el pasado ni el presente sino el futuro, ya que las tasas de rendimiento suelen ser sensiblemente más bajas que las esperadas en inversiones en renta variable, y por lo tanto estas últimas resultan más tentadoras bajo la mirada del inversora/a ansioso/a.
Claro que la relación riesgo/rentabilidad es algo inquebrantable en las finanzas: la rentabilidad en las inversiones a tasa es menor que las de renta variable porque el riesgo que se está corriendo es también mucho menor. Con las acciones vos sabés lo que invertís pero nunca lo que vas a tener cuando quieras dar por finalizada esa inversión.
Sin embargo, existe una solución que no es muy tenida en cuenta y que puede volver a entusiasmar a aquellos/as que descartan la generación de IPF por creer que cuentan con poco capital y que tendrán que esperar toda una vida para que rinda sus frutos: la magia del interés compuesto, que posibilita que el monto originariamente invertido crezca de manera exponencial si se reinvierten los ingresos generados por la inversión en épocas tempranas.
Conclusiones y consejo final
El correcto entendimiento de los conceptos aquí vertidos pueden redundar en un ahorro de tiempo importante para los/las buscadores/as de IPF, al poder a orientar la búsqueda hacia los vehículos adecuados. Desestimar las promesas de ganancias rápidas y fáciles quizá sea una de las misiones más difíciles a enfrentar, pero lo importante aquí es no dejar que los impulsos de corto plazo (ganar dinero YA!) atenten contra tus objetivos de largo plazo (obtención de una IPF de manera consistente y escalable).
Un consejo final: las innovaciones tecnológicas producidas por la blockchain pertenecientes al campo de las Finanzas Descentralizadas (DeFi) producen que en el presente se puedan obtener IPF en moneda dura sin otra condición que un monto a invertir (no hay mínimos, se puede comenzar desde 100 dólares por ejemplo) la posesión de un smartphone y una cuenta de mail, gracias a la inversión a través de monedas estables (el hacerlo a través de otro tipo de criptoactivos como Bitcoin o Ethereum no entra dentro de esta categoría por su condición de renta variable).
Aprovechar esta oportunidad para comenzar a construir tu columna de IPF o bien diversificar la misma si ya los estás generando aparece como una buena idea en un contexto global de tasas de interés amesetadas.
En columnas posteriores estudiaremos otro tipo de IP para poder agregar más libros a la biblioteca. ¡Que tengan una excelente semana!
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