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Por qué no recomiendo hacer trading de acciones y criptomonedas

Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación

El sueño de vivir comprando y vendiendo activos financieros en períodos cortos de tiempo es un denominador común entre las personas que se acercan por primera vez a los mercados. Se obnubilan con las historias de éxito repetidas hasta el hartazgo en publicaciones especializadas, portales y páginas web sin comprender que, para que existan esos grandes ganadores, se necesitan muchísimos pequeños perdedores. 

Desde que ingresé en este mundo, me crucé con infinidad de inversores que ven al trading como su próxima profesión y vuelcan todos sus ahorros e incluso dinero prestado en arriesgadas apuestas, muy seguros de conocer la estrategia perfecta para volverse millonarios.

Así es como veo a mucha gente sucumbir a la tentación de comprar una acción en medio de una fuerte caída o adquirir criptomonedas cuando están testeando una resistencia (techo) con la promesa de escalar hasta el cielo, también me encuentro con personas supuestamente experimentadas que arriesgan más de lo que deberían a la caída de un activo que les parece ya muy caro y resulta que la suba continúa, con lo que la pérdida se torna enorme. 

En este punto, cabe preguntarse: ¿Se puede ganar dinero con el trading al punto tal que no sea necesario generar otros ingresos? En la columna de hoy, intentaremos despejar todas las dudas sobre este tema.

Lo que nos dicen los fríos números

“El 95% de los traders pierde dinero”. Esta es una frase repetida entre los habitués del mercado. No obstante, es muy probable que sea errónea y que el porcentaje de derrotados sea aún mayor.

La Bolsa no es timba. Detrás de toda decisión de inversión puede haber análisis concienzudos. Sin embargo, distintas investigaciones realizadas en Brasil y Taiwán demostraron que vivir del trading es igual o más difícil que sacar un pleno en la ruleta.

Repasemos algunos de los resultados más curiosos y relevantes de esos estudios:

  • El 80% de los inversores que realizan trading intradiario (comprar y vender activos financieros en el mismo día) abandonan la actividad dentro de los dos primeros años. El 40% lo hace durante el primer mes. Si nos extendemos a 3 años, veremos que solo queda un 13% de sobrevivientes, la mayoría con balance en rojo. Al cabo de 5 años, solo queda el 7% de los inversores originales.

 

  • Hay traders que, con un historial negativo de hasta 10 años, continúan operando y perdiendo en el mercado buena parte de lo que obtienen mediante otras fuentes de ingresos.

 

  • Solo el 1% de los traders gana dinero de manera consistente y con estrategias bien elaboradas que hacen previsibles sus ingresos futuros.

 

  • Los traders son más proclives a recomprar acciones de una empresa que anteriormente vendieron con ganancias que otras con las que sufrieron pérdidas.

 

Como se puede observar, el trading es una de las actividades menos lucrativas que existe. No obstante, cada vez más adeptos, en especial entre los millennials, que ven en el trading de criptoactivos la posibilidad de ganar dinero extra o generar ingresos suficientes para vivir.

¿Por qué los resultados negativos no terminan de desanimar a los nuevos inversores devenidos en traders? La clave podría estar en el denominado “refuerzo aleatorio”.

El refuerzo aleatorio como imán para perder dinero

El sitio Investopedia define al “refuerzo aleatorio” como la atribución de eventos arbitrarios para calificar o descalificar alguna hipótesis o idea. De esta forma, se genera la ilusión de habilidad o falta de habilidad en un trader, cuando el resultado que obtuvo no necesariamente se repetirá en un futuro aunque siga los mismos pasos.

Vamos con un ejemplo:

Joaquín tiene un amigo que le comenta que está ganando dinero aprovechando el mercado alcista de las últimas semanas y haciendo trading con el bitcoin a partir de una estrategia muy simple: seguir a 3 inversores en Twitter que suelen comentar sus operaciones de compraventa en tiempo real para que quien quiera pueda replicarlas.

Joaquín decide entonces destinar una parte de su capital al trading y realiza las primeras operaciones siguiendo “a los que saben”. El resultado es positivo y se entusiasma: aumenta el dinero invertido en las operaciones intradiarias y vuelve a ganar. Se siente un trader exitoso: calcula cuánto dinero debería invertir por día para generar ingresos similares a su salario, renunciar al trabajo y vivir del trading. Al poco tiempo, el mercado alcista del bitcoin se termina con fuertes caídas en el precio de la criptomoneda. Joaquín pierde todo lo ganado y sus ahorros originales en cuestión de horas. Los traders que se creían oráculos desaparecen de Twitter y nuestro amigo abandona el mercado frustrado.

El refuerzo aleatorio que lo ubicó en un pedestal en un primer momento, lo terminó deprimiendo después. En un principio se sintió un trader profesional y al final le terminó dando vergüenza su performance, por lo que prefirió no hablar más del tema ni contar su experiencia.

Lo que no sabe Joaquín es que su derrotero fue absolutamente azaroso. La misma coyuntura del mercado que le hizo ganar dinero, luego se lo quitó debido a que él no supo cambiar de estrategia a tiempo ni fijar límites a las pérdidas para salir a tiempo o con el menor daño posible.

La falta de un plan lo dejó expuesto a la realidad. El desconocimiento y la falta de fundamentos para invertir le terminaron pasando factura.

Ahora bien, ¿la experiencia de Joaquín nos indica que no se puede ganar dinero con las inversiones? Nada de ello. A continuación, les cuento por qué.

El mercado bursátil y la creación de riqueza

Tomo por caso al mercado de acciones, pero bien podría hablar con conceptos similares sobre las criptomonedas. En el corto plazo es muy difícil que las empresas que cotizan en Bolsa generen un nivel de riqueza tan importante como para que los dividendos que pagan hagan ganar mucho dinero a un inversor. Quienes en menos de un año consiguen grandes beneficios, probablemente hayan comprado barato y vendido a mucho mejor precio sus papeles, por lo que el juego de suma cero suele estar presente: donde un trader gana, otro pierde.

Así, los nuevos inversores de corto plazo se ven obligados a luchar con viejos lobos de mar que vienen nadando hace rato las aguas turbias del mercado. También deben competir con computadoras especialmente programadas con algoritmos (Trading de Alta Frecuencia) desarrollados para anticiparse a los movimientos del mercado. Al observar este ecosistema desigual, queda claro por qué el 95% o más de los traders pierde lo que un 5% o menos se lleva.

En el largo plazo, en cambio, la actividad económica de los países suele crecer, las empresas generan riqueza gracias al aumento de la demanda de sus productos y a las innovaciones tecnológicas. De esta manera, sus accionistas, más pacientes y fieles que los cortoplacistas, terminan ganando dinero de manera genuina al convertirse en socios de las compañías cuyas acciones adquieren y guardan por bastante tiempo.

Conclusión

Ganar dinero rápido y fácil en los mercados es solo para un selectísimo grupo de suertudos que se llenará los bolsillos de entrada, aunque no habrá aprendido nada de la experiencia y probablemente lo termine perdiendo todo en apuestas posteriores.

Llevo casi 25 años en los mercados financieros y desde hace tiempos inmemoriales que vengo recibiendo consultas de traders que realizaron una compra para vender rápido, pero al ver que la curva de precios iba para abajo se quedaron a recuperar lo perdido, hasta que perdieron más de lo que podían soportar, vendieron todo cuando perdieron las esperanzas y se fueron refunfuñando.

Los comprendo porque yo mismo pasé por experiencias similares hasta que decidí no tradear más. El argumento fue el mismo que uso hoy para no ir al casino: no me interesa participar en inversiones o juegos donde las estadísticas demuestran que “la casa nunca pierde” (y nosotros, los apostadores, perdemos mucho más de lo que ganamos).

La inversión de largo plazo y con fundamentos, por el contrario, suele reportar grandes beneficios, aunque hace falta paciencia y disciplina para llevarla adelante.

¿Quieren una prueba de lo que estoy diciendo? En esta columna titulada “Dos nuevas tecnologías para apostar a largo plazo”, publicada a mediados de 2018, expuse los fundamentos por los que consideraba que las acciones de Facebook y el bitcoin representaban una excelente oportunidad para los siguientes años.

En ese momento, los papeles de la red social más importante del mundo cotizaban a 190 dólares y la criptomoneda más popular a 7.500 dólares. Hoy es negocian, al momento de escribir esta nota, a 370 dólares (95% de suba) y 40.000 dólares (433% de ganancia), respectivamente.

Claro que en el medio hubo dudas, fuertes caídas y nada menos que una pandemia, pero cuando los fundamentos son sólidos, la espera y la disciplina se terminan premiando.

Si los argumentos esgrimidos en esta columna no te convencen y querés probar suerte con el trading, adelante. Dicen que se aprende más de los errores propios que de los ajenos, aunque bien podrías evitarlos. De todos modos, mi consejo en este punto es que no te frustres si perdés. El mercado puede darte nuevas oportunidades, siempre que conviertas el tiempo en experiencia a través del conocimiento adquirido. Mi conclusión: en el largo plazo están las ganancias. ¿La tuya? ¿Cuál es tu experiencia? ¿Te interesaron los temas de hoy? ¡Te leo en los comentarios!


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