En lugar de confiar ciegamente, es esencial desarrollar un criterio propio y un plan de inversión
Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación
No, más allá de lo fuerte que pueda sonar el título de la columna de hoy, no estamos diciendo que las acciones y el Bitcoin no vayan a subir próximamente y que no convenga comprar. Más bien, lo que vamos a aprender hoy es que todo aquel economista, analista financiero, influencer, periodista económico, amigo, amigo de un amigo, etc., que te diga directa o indirectamente “comprá este activo” te está dando, en el mejor de los casos, una recomendación incompleta que puede ser muy perjudicial para tus inversiones.
En la nota de hoy presentaremos argumentos para que desconfíes automáticamente de estas recomendaciones de falsa apariencia desinteresada y puedas con ello ahorrarte muchos disgustos en tus inversiones. ¡Comencemos!
¿Porque buscamos recomendaciones de compra a la hora de invertir?
Lo primero que hay que estudiar son las motivaciones que llevan a una persona a confiar en las recomendaciones de un tercero del cuál conocemos poco y nada, en vez de realizar argumentaciones propias de inversión que seguramente nos llevarían a mejor resultado. Se me ocurren por lo menos cuatro razones por las cuales alguien es capaz de actuar de esta forma:
1) Busca delegar la responsabilidad en la toma de decisiones: “Las veces que intenté invertir por mi cuenta, no me fue bien. Esta persona sabe del tema, le pregunto y sigo al pie de la letra lo que me indique. Si sale mal, la culpa no es mía.”
Este pensamiento es equivocado porque, aunque otra persona pueda tener más conocimiento, nadie tiene tanto interés en tu bienestar financiero como vos mismo. Delegar completamente la responsabilidad significa que no desarrollás tus propias habilidades de inversión y quedás vulnerable a los errores o intereses ajenos. Además, si la inversión sale mal, las consecuencias las sufrís vos, no la persona que te hizo la recomendación.
2) Busca ahorrar tiempo en lugar de “perderlo” investigando sobre inversiones: “Trabajo 10 horas por día. No tengo tiempo para investigar dónde y cómo invertir. Aunque lo tuviera, no entiendo nada. El seguro sabrá orientarme y darme un buen dato.”
Evitar investigar para ahorrar tiempo es un error porque la falta de conocimiento te deja a merced de la suerte o de decisiones de otros. Invertir tiempo en entender cómo funcionan las inversiones es esencial para tomar decisiones informadas y mitigar riesgos. Sin esta base, cualquier recomendación externa puede resultar inadecuada para tu situación personal y financiera.
3) Busca acceder a inversiones exclusivas para los expertos: “Los expertos manejan un nivel de información que yo no tengo. Voy a preguntarle entonces qué me recomienda hacer, así veo si me conviene o no.”
Pensar que solo los expertos tienen acceso a información valiosa es un error porque muchas veces tienen intereses propios o sesgos que pueden influir en sus recomendaciones. Además, hoy en día hay muchas herramientas y recursos disponibles para que cualquier persona pueda educarse y tomar decisiones informadas. Confiar ciegamente en las recomendaciones de expertos sin entender el contexto puede llevar a inversiones inadecuadas.
4) Conseguir consejos gratis: “Seguro cobra por su asesoramiento, pero eso es para reunirse con alguien, dar una charla, etc. Le voy a pedir un consejo por Linkedín. No le cuesta nada decirme qué hacer. Son 2 minutos. No le voy a pagar por 2 minutos…”
Buscar consejos gratis es un error porque la calidad y precisión de la información gratuita pueden ser muy variables. Además, las recomendaciones generales no consideran tu situación financiera específica. Las decisiones de inversión deben basarse en análisis detallados y personalizados, que rara vez se obtienen sin un compromiso de tiempo o recursos. Un consejo gratuito puede salir muy caro si te lleva a una mala inversión
Como se ve, las motivaciones pueden ser muchas y no necesariamente carentes de lógica ni malintencionadas. Pero tienen un denominador común: se ignora qué pasa del otro lado, es decir, las razones que llevan a las personas a buscar a quien esté dispuesto a “cantar la posta” sobre inversiones en reuniones, cumpleaños, programas de economía y finanzas, reels de Instagram, y demás.
Razones por las cuales no es conveniente seguir recomendaciones de compra
¿Por qué dijimos en la introducción que un consejo de compra es una recomendación incompleta? Porque la inversión no termina en el momento en que comprás; recién comienza. Hay una serie de cuestiones vitales para el éxito o el fracaso de tu inversión sobre las cuales probablemente no recibirás información adecuada. Vamos a desglosar estos puntos:
¿Con cuánto % de mi capital invertible debo comprar?
Nadie puede decirte exactamente cuánto de tu capital debés destinar a una inversión. Cada persona tiene una situación financiera diferente, y lo que funciona para uno puede no ser lo mejor para otro. ¿Cuál es tu nivel de tolerancia al riesgo? ¿Cuánto capital podés permitirte perder sin comprometer tu estabilidad financiera? ¿Qué proporción de tu capital debería ir a esa inversión específica en comparación con otras oportunidades que tengas? Estas son preguntas cruciales que solo vos podés responder? Sin estas respuestas, una recomendación de compra es como un tiro en la oscuridad.
¿Con qué horizonte temporal?
Una recomendación de compra sin un horizonte temporal claro es como navegar sin rumbo. ¿Estás invirtiendo a corto, mediano o largo plazo? Esto afectará tus decisiones de compra y venta. Si alguien te dice que compres una acción o criptoactivo, pero no te especifica si es para mantener por unos días, meses o años, te está dejando a la deriva. La misma inversión puede ser adecuada o no dependiendo del horizonte temporal. Un inversor a corto plazo buscará aprovechar las fluctuaciones diarias del mercado, mientras que uno a largo plazo estará más interesado en los fundamentos y el crecimiento sostenido de la inversión. Además, tu horizonte temporal también influye en tu tolerancia a la volatilidad. Sin esta información, es casi imposible tomar decisiones informadas.
¿A qué precio vender?
¿Qué pasa si el valor no se alcanza en el tiempo previsto? ¿Qué pasa si se alcanza muy rápido? Sin una estrategia clara de salida, es fácil quedar atrapado en la incertidumbre. Una recomendación de compra sin un precio objetivo de venta es como empezar un viaje sin saber el destino. Además, las condiciones del mercado pueden cambiar rápidamente. Una estrategia de salida bien definida te permite saber cuándo tomar ganancias o cortar pérdidas, evitando así la parálisis por análisis. ¿Qué pasa si la inversión sube un 10%, un 20%, o baja un 15%? ¿Cuál es tu plan? Sin una respuesta clara a estas preguntas, es muy probable que tomes decisiones impulsivas, influenciadas más por tus emociones que por un análisis racional.
¿Y si cae el precio después de comprar?
En este caso, ¿qué hago? ¿Compro más, vendo, pongo un stop loss? Sin un plan de contingencia, es difícil manejar las emociones y tomar decisiones racionales. Las inversiones siempre tienen un componente de riesgo, y los mercados pueden ser volátiles. Si no tenés un plan para gestionar las caídas de precio, podrías entrar en pánico y tomar decisiones precipitadas. ¿Sabías que muchos inversores exitosos utilizan estrategias como el promedio del costo del dólar, donde compran más de un activo cuando el precio baja para reducir el costo promedio? ¿O tal vez prefieras establecer un stop loss para limitar tus pérdidas? Sin un plan, quedás a merced de las fluctuaciones del mercado y tus propias reacciones emocionales.
¿Habrá actualizaciones en tu recomendación de compra?
Si alguien te dice que vendas a 10 pero luego cambia de opinión y vende a 8, ¿cómo te enterás? ¿Qué pasa si te quedás esperando que llegue a 10 y nunca llega? Las condiciones del mercado pueden cambiar rápidamente, y una recomendación que fue válida ayer puede no serlo hoy. Además, ¿con qué frecuencia recibís actualizaciones sobre esa recomendación? ¿Te notifican cada vez que hay un cambio en la estrategia? Si no es así, te quedás con información desactualizada, lo que puede ser muy perjudicial. Dependés totalmente de la capacidad de comunicación y la buena fe de quien te hizo la recomendación. Y si esa persona desaparece o se desentiende, ¿qué haces? Es crucial tener una fuente de información constante y fiable, y aun así, la responsabilidad final recae en vos.
Conclusión
La inversión no es simplemente seguir una recomendación; implica una estrategia integral que considere varios factores clave. Por eso, en lugar de confiar ciegamente en una recomendación de compra, es esencial que desarrolles tu propio criterio y plan de inversión. Investigá, informate y tené siempre una estrategia clara y adaptable.
Recordá, la responsabilidad de tus inversiones es tuya, y para tener éxito, es fundamental que entiendas cada aspecto involucrado en el proceso.
¡La seguimos la próxima semana con más material de finanzas personales e inversiones!
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