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¿Bitcoin o Ethereum? ¿Cuál es la mejor opción para invertir?

 

A la hora de definir nuestras finanzas personales surgen dudas en torno a cuál es la criptomoneda que genera más rentabilidad, pero hay ciertas diferencias que hay que tener en cuenta y que pueden inclinar la balanza

Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación

En el mundo de las inversiones, las criptomonedas han pasado de ser una curiosidad a convertirse en una de las opciones más discutidas y, a veces, controvertidas. Dentro de este ecosistema en constante evolución, dos nombres se destacan por encima del resto: Bitcoin y Ethereum.
Ambas han capturado la atención de inversores, medios y reguladores, pero cuando llega el momento de invertir, surge una pregunta inevitable: ¿Cuál de estas dos criptomonedas es la mejor opción? ¿Bitcoin, la pionera que inició todo o Ethereum, la plataforma que promete revolucionar la tecnología con sus contratos inteligentes? ¿Son realmente competidores directos, o es posible que estemos ante dos activos que cumplen funciones tan distintas que la elección entre uno u otro no sea tan sencilla como parece?
En esta nota, vamos a adentrarnos en el análisis de estas dos criptomonedas, explorando sus características fundamentales, su evolución en diferentes momentos del mercado, y lo que cada una tiene para ofrecer a los inversores. A medida que avancemos, iremos desentrañando si, al final del camino, la mejor opción es elegir entre Bitcoin o Ethereum, o si quizás la respuesta es más compleja de lo que parece a primera vista.

Bitcoin: Creación, Propósito y Evolución

Bitcoin, nacido en el año 2009 de la mano del misterioso Satoshi Nakamoto, fue concebido como un sistema financiero descentralizado, diseñado para ofrecer una alternativa financiera fuera del control de gobiernos y bancos. Desde entonces, su crecimiento ha sido espectacular, pasando de ser una curiosidad digital a convertirse en un pilar fundamental de la industria cripto.
Con un límite de emisión máximo de 21 millones de bitcoins, su escasez es uno de los factores que más atrae a los inversores. Esta restricción deflacionaria, combinada con su seguridad basada
en blockchain y su descentralización total, ha consolidado a Bitcoin como la principal reserva de valor dentro del ecosistema cripto. Hoy en día, su capitalización de mercado supera el trillón de dólares, representando más del 55% del valor de mercado total de todos los criptoactivos.
Gracias a su rendimiento impresionante en un tiempo relativamente corto
(en 15 años pasó de un valor de 0 a los 60 mil dólares por unidad que cotiza al momento de escribir esta nota) Bitcoin se ha ganado el título de “Oro digital”. Es el refugio elegido por muchos en tiempos de incertidumbre económica, no solo por su potencial de apreciación, sino también por su capacidad para mantener valor en el largo plazo.
Además, en la próxima elección presidencial de EE.UU., Bitcoin se encuentra en el centro de un debate político,
con Donald Trump mostrándose más favorable hacia las criptomonedas, mientras que Kamala Harris adopta una postura más cautelosa. Este contexto podría influir decisivamente en su futuro y en la percepción global de Bitcoin como un activo crucial tanto en tecnología como en política.

Ethereum: Creación, Propósito y Evolución

Ethereum, lanzado en 2015 por el visionario Vitalik Buterin, nació con el objetivo de expandir las capacidades del blockchain más allá de las transacciones financieras. Concebido como una plataforma descentralizada para contratos inteligentes, Ethereum buscaba ofrecer un entorno donde los desarrolladores pudieran construir aplicaciones descentralizadas (dApps) con mayor flexibilidad y funcionalidad que las permitidas por Bitcoin.

 

A diferencia de Bitcoin, que se centra principalmente en ser una reserva de valor y medio de intercambio, Ethereum se distingue por su capacidad de ejecutar contratos inteligentes automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones. Esta característica ha permitido el surgimiento de innovaciones como DeFi (finanzas descentralizadas) y NFTs (tokens no fungibles), transformando el ecosistema cripto y ampliando significativamente el potencial de uso de la tecnología blockchain.
Con una oferta de Ether (ETH) sin límite máximo definido, la economía de Ethereum se basa en la utilidad y la demanda de su red, lo que impulsa el valor de su criptomoneda. El mecanismo de consenso, que ha evolucionado desde un modelo de prueba de trabajo (PoW) a uno de prueba de participación (PoS) con Ethereum 2.0, busca mejorar la escalabilidad, seguridad y sostenibilidad de la plataforma.
Ethereum ha visto un crecimiento notable desde su creación. Su capitalización de mercado ha superado los 300 billones de dólares, convirtiéndolo en el segundo criptoactivo más valioso después de Bitcoin. Esta notable apreciación refleja no solo el éxito de la plataforma en atraer desarrolladores y proyectos, sino también su influencia en el ecosistema cripto global.
En el panorama político, Ethereum está ganando atención con la reciente
aprobación de su ETF spot, validando aún más su papel en el mercado tradicional. Este reconocimiento de Wall Street, respaldado por figuras influyentes como Larry Fink, CEO de BlackRock, subraya la creciente legitimación de Ethereum como un activo clave tanto en el mundo de la tecnología como en las finanzas tradicionales.
Hoy en día, Ethereum no solo representa un avance en la tecnología blockchain, sino que también se posiciona como un componente crucial en la evolución de la economía digital global.

Comparativa de Mercado: El Par ETH/BTC

Cuando intentamos proyectar el rendimiento futuro de Ethereum (ETH) y Bitcoin (BTC), una forma interesante de hacerlo es comparando ambos activos en lugar de analizar su valor en dólares de manera individual. Este análisis se centra en el par ETH/BTC, que nos indica cuántos Ethereum equivalen a cada Bitcoin en el mercado. Si ambos criptoactivos tuvieran el mismo valor, el ratio ETH/BTC sería de 1. Sin embargo, en el momento en que escribimos esta nota, BTC se cotiza a 59.300 dólares y ETH a 2.643 dólares, lo que da un ratio ETH/BTC de 0,04. Esto significa que aproximadamente 1 ETH equivale a 4 centavos de Bitcoin.
Si miramos la historia de este par, podemos observar que el mejor momento para ETH en comparación con BTC fue en enero de 2018, cuando el ratio alcanzó los 12 centavos, es decir, ETH estaba valorado tres veces más en relación con BTC que en la actualidad. Después de esa cima, el criptomercado sufrió una caída significativa en 2018, y ETH se desplomó aún más que BTC, tocando un mínimo de 1,6 centavos en agosto de 2019.
Desde entonces, ETH comenzó a recuperarse y logró llegar a 8,5 centavos en agosto de 2022, tras el final de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, actualmente ha vuelto a caer a los 4 centavos. El gráfico que representa la evolución del par ETH/BTC revela una tendencia bajista de ETH respecto a BTC. Esta tendencia solo se rompería si el ratio volviera a los 7 centavos, lo que implicaría que ETH tendría que subir más que BTC o bajar menos en los próximos meses.
Un escenario que podría cambiar esta dinámica es el comienzo de la llamada “alt season” (temporada de altcoins), un período en el que los tokens distintos de Bitcoin suelen experimentar un aumento más significativo en sus precios. Si llegamos a ese punto, podríamos ver una mejora en el par ETH/BTC.
El análisis del par ETH/BTC puede ser un indicador clave para entender cómo pueden evolucionar Ethereum y Bitcoin no solo en función del dólar, sino en términos de su relación comparativa.

Conclusión final: ¿Bitcoin o Ethereum?

No se trata de una competencia directa entre Bitcoin y Ethereum, sino más bien de una cuestión de complementariedad. La opción más inteligente pasa por pensar en Bitcoin como el oro digital: un activo sólido y seguro, ideal para conservar valor y resguardarse en tiempos de incertidumbre económica. Por otra parte, Ethereum es como el petróleo digital: impulsa una vasta cantidad de aplicaciones y servicios que alimentan la economía digital y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Por lo tanto, la estrategia ideal no es elegir una sobre el otra, sino diversificar y mantener un portafolio que incluya ambos activos. Cada uno tiene su propio conjunto de ventajas y fortalezas que, combinadas, pueden ofrecer una estrategia de inversión más robusta y equilibrada. Esta combinación puede ser clave para una inversión exitosa en el dinámico mundo de las criptomonedas.
Es importante subrayar que cada inversor debe considerar su propio perfil de riesgo y tolerancia a la volatilidad al momento de decidir cómo distribuir sus inversiones. La clave está en ajustar la asignación según las necesidades individuales y el horizonte de inversión, manteniendo siempre una visión a largo plazo y una adecuada diversificación.
¡La seguimos la semana que viene con más contenido de finanzas personales e inversiones!


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