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¿Cuán materialistas somos?

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación.

Algunos me dicen que soy materialista porque hablo mucho de dinero. Puede ser que tenga lo que se conoce como “intereses materiales”, ¿pero acaso la enorme mayoría de la gente no los tiene? ¿Acaso a nadie le gustaría ganar dinero a partir de rentas para trabajar menos en proyectos ajenos y tener más tiempo para dedicarse a iniciativas propias, el disfrute y el ocio? Un poco para desafiarlos, otro poco para hacerlos pensar, a quienes me critican les respondo que en mi vida lo material no cumple un papel tan importante. Les digo que desde hace ya varios años gran parte de mis ingresos son generados por bienes intangibles: no ocupan lugar ni pueden pesarse. Me miran con desconfianza y entonces les hablo de los VAIs (Vehículos Automatizados de Ingresos).

La pregunta que dispara esta columna sería la siguiente: ¿Quién es más materialista? ¿Una persona que busca con frecuencia los mejores activos donde invertir, trabaja apenas 16 horas por semana y el resto del tiempo lo destina a actividades que le generan placer o a desafíos que ejercitan su mente u otra persona que trabaja 10 horas por día (entre 50 y 60 por semana) para pagar el alquiler, la comida, mucha ropa de marca y otros bienes materiales? ¿Es más materialista alguien que dedica solo el 20% del tiempo de la semana a trabajar por dinero o quien insume el 80% del tiempo en esos menesteres? En ambos casos hipotéticos, supongo que se trata de graduados terciarios o universitarios.

¿Acaso quienes me acusan de materialista no conocen profesionales que vuelcan casi todas sus energías para obtener más y más ingresos?

Si te sentís identificado o incluso un poco molesto con estas descripciones, si pertenecés a ese grupo de personas hiperocupadas y autoexigentes de las que habla Byung-Chul Han en su libro La Sociedad del Cansancio, o si sentís que existe otra forma de vida que quisieras conocer, seguí leyendo esta columna. Tengo algunas ideas que contarte que te pueden servir.

Las tres herramientas

Podemos decir que existen tres formas de obtener ingresos:

Utilizando el cuerpo: No nos referimos solo a los trabajos manuales sino a toda ocupación que nos exija estar en un lugar. Puede ser en la oficina, en casa con una computadora o manejando un vehículo, por ejemplo.

Implementando ideas: Cuando desarrollamos un sistema que permite hacer más eficiente un trabajo o cubrir una necesidad, podemos vender la idea y obtener una retribución a cambio. Todos los negocios fueron en sus inicios una idea en la cabeza de alguien. Aquí no nos estamos refiriendo a inventar la pólvora sino a implementar ideas sencillas que brinden soluciones prácticas en ámbitos que nos interesen. Si lo logramos, podemos monetizarlas, automatizarlas o tercerizarlas. En esta nota, hay más información sobre el tema.

Invirtiendo dinero: A través de las inversiones se genera más dinero. Desde un plazo fijo hasta la compra de bonos, pasando por un departamento para alquilar, cualquier tipo de inversión que genere un flujo positivo de fondos positivos sirve para generar dinero con dinero. En esta nota les ofrezco tres claves para planificar sus inversiones.

En este punto, es importante entender la diferencia entre inversión y especulación: Invertimos cuando evaluamos el riesgo de un activo y luego le destinamos una parte de nuestro capital con la expectativa de recibir intereses. Por el contrario, especulamos cuando volcamos nuestro dinero en un activo con la expectativa de que suba de precio para venderlo más caro (no hay flujos de fondos positivos entra la compra y la posterior venta). Especular no necesariamente es malo. Simplemente, no entra en este universo de generación de ingresos.

Falsos mitos y la importancia de la ponderación

La sociedad nos hace creer que para generar ingresos con ideas o con dinero tenemos que ser Steve Jobs o Warren Buffett, es decir, inventar el smartphoneo ganarle al promedio de rendimiento del mercado todos los años con nuestras inversiones. Sin embargo, aquí no planteamos que uno debe invertir pensando en volverse millonario sino simplemente para generar nuevos ingresos.

Todos le ponemos el cuerpo al trabajo. Yo lo estoy haciendo ahora mismo al escribir esta columna. El problema no pasa por hacerlo o no sino por el tiempo que le destinamos al trabajo.

Por ejemplo, una persona que trabaja en una oficina como empleada administrativa de lunes a viernes unas 9 horas por día y que no cuenta con otra fuente de ingresos más que su sueldo, utiliza esta herramienta al 100%. Le quedan como recursos ociosos las otras dos herramientas mencionadas.

No obstante, si se fija como objetivo invertir ahorros en Lebacs, bonos del Estado o finanzas colaborativas, por ejemplo, podría reducir la importancia del cuerpo en el ingreso total a un 90% al cabo de un año. Si al año siguiente reinvierte tanto el capital como los intereses obtenidos, la generación de dinero a través del uso del cuerpo puede caer al 85% del ingreso total, mientras que su capital le dará el otro 15%. Si persevera, es muy posible que un día no necesite tener un empleo que le demanda tantas horas a la semana.

Con ese tiempo libre, la misma persona puede investigar sobre temas que lo apasionan, contratar a un diseñador web para armar un buen sitio de Internet, sumarle contenido de calidad y monetizarlo. En ese caso, la tercera herramienta se pondrá en marcha para generar más dinero. Ahora la fórmula hipotética sería 70% “cuerpo”, 20% “dinero” y 10% “ideas”.

Mientras que el eje “cuerpo” habla de trabajo generalmente intensivo, “dinero” e “ideas” son herramientas que necesitan menos tiempo para desarrollar un ingreso similar o incluso mayor.

Por lo tanto, este cambio criticado por muchos por “materialista” nos permite mantener o aumentar el ingreso total y reducir el tiempo de trabajo para mejorar nuestra calidad de vida.

Conclusión

Nadie dice que el camino propuesto sea sencillo, ¿pero acaso lo es despertarse a las 7 am para viajar en tren, subte y/o colectivo casi abrazados a personas que marchan en la misma dirección como esclavos y llegar a casa a la noche rendidos?

Esta columna intenta generar el impacto en vos para que descubras o reconozcas tu talento. Mientras lo buscás, comenzá a ahorrar dinero y a hacerlo trabajar. Ese nuevo ingreso te permitirá tener más tiempo para descubrirte. De lo contrario, si te la pasás “tapando incendios” en la oficina, el comercio o donde sea, difícilmente cuentes con la energía suficiente para pensar en calma, descansar la mente y dejar volar la imaginación.

Síganme diciendo “materialista”, que yo seguiré pensando ideas para ayudar a quienes tienen recursos ociosos para vivir en un mundo menos material y necesitan solo un empujoncito para ponerlos en práctica.


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“Le enseñamos a generar sus propios VAIs (Vehículos Automatizados de Ingresos).”