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Tres preguntas importantes sobre dinero

Especial de Nicolás Litvinoff para el diario La Nación

Dicen que más importante que las respuestas son las preguntas que nos hacemos o dejamos de hacer. Las preguntas buscan llamar nuestra atención, nos hacen pensar, cuestionan nuestra mirada sobre ciertos temas, nos interpelan y a partir de ellas nos reafirmamos o cambiamos.

En la columna de hoy intentaremos contestar 3 preguntas importantes sobre dinero desde la nueva óptica de las Finanzas Personales que promovemos desde este espacio.

¿Es siempre malo tener deudas? ¿Qué puedo hacer para ganar más dinero? ¿Existe la posibilidad de volverse millonario rápidamente?

¡Manos a la obra!

1) ¿Es siempre malo tener deudas?

Pensar que tomar deuda para ganarle a la inflación es bueno resulta tan equivocado como creer que bajo ninguna circunstancia conviene endeudarse. Para comprender esta cuestión, debemos analizar primero los distintos tipos de deuda existentes:

a) Deuda ficcional: Es la más común y nociva de todas. La contraemos para vivir por encima de nuestras posibilidades. Con ella, creamos un mundo de “ficción” que no tiene correlato con lo que ganamos mes a mes. Por ejemplo: se solicita un crédito hipotecario para comprar una casa más grande en un barrio más caro y se pide un préstamo para comprar un auto 0km. Los gastos financiados con préstamos o tarjeta de crédito que tienen como objetivo aparentar un nivel de vida superior al que indican nuestros ingresos no son otra cosa que deuda ficcional.

b) Deuda “hormiga”: Nace por la desorganización en las finanzas personales. Nos lleva a pedir un pequeño préstamo a un amigo por aquí, un adelanto de sueldo por allá, abusar de las tarjetas en shoppings y supermercados y tomar cualquier tipo de préstamo considerado “pequeño”, pero que alimenta una bola de nieve muy difícil de desarmar.

c) Deuda de subsistencia: Es aquella que se contrae para poder llegar a fin de mes. Para que una deuda sea clasificada como deuda de subsistencia se deben cumplir dos condiciones: que el dinero proveniente de la operación sea destinado a satisfacer necesidades básicas (comida, salud, vivienda) y que el deudor no realice prácticamente ningún otro gasto que no sea de primera necesidad. Nada de gastos de esparcimiento ni consumo superfluo.

d) Deuda para invertir (“apalancarse”): El dinero proveniente de la deuda no se usa para consumir, sino para invertirlo en algún negocio u oportunidad comercial. En el mercado se dice que cuando una persona invierte con dinero de otro particular o de una institución se encuentra “apalancada”. Este tipo de deuda es la única que puede conducir a un crecimiento genuino del patrimonio, pero hay que estar muy seguro de llevarla a cabo en el momento adecuado y tomar siempre los recaudos en términos de aforo (el margen de garantía por sobre el capital tomado/invertido).

Como se ve, las deudas a y b son claramente nocivas para nuestras finanzas y deben evitarse a toda costa, mientras que la c no es ni buena ni mala, sino más bien necesaria para un determinado momento que no debería extenderse demasiado en el tiempo. La deuda d es positiva siempre y cuando se realice un correcto análisis del riesgo y los plazos.

En términos financieros, el endeudamiento se vuelve conveniente cuando el CFT (Costo Financiero Total) es inferior a la tasa de rendimiento que podemos obtener con nuestras inversiones, cosa que rara vez sucede. Como la mayoría de la gente de a pie que contrae deudas está lejos de hacerlo para invertir a una tasa superior, se podría concluir que la mejor estrategia para la economía personal es, casi siempre, no endeudarse.

2) ¿Qué puedo hacer para ganar más dinero?

Si hacemos una encuesta entre personas no familiarizadas con las finanzas personales, probablemente la mayoría dirá que incrementar los ingresos es la solución a los problemas económicos, lo cual constituye un pensamiento erróneo.

De la misma forma, resulta equivocado pensar que necesariamente debemos obtener más ingresos para engrosar nuestros ahorros.

Hay dos maneras de ahorrar más dinero: mediante un incremento de los ingresos o a través de una organización eficiente de los gastos que genere un excedente monetario.

Si nuestra cultura financiera es precaria, entonces casi con seguridad un incremento de los ingresos derivará en mayores gastos y en deudas todavía más importantes.

Si, por el contrario, tomamos el camino menos sencillo (pero más lucrativo) de disminuir gastos, generar ahorros e invertir el dinero excedente para genera nuevos ingresos, observaremos un incremento monetario genuino con un potencial de crecimiento muy beneficioso para nuestros intereses.

Así como diferenciamos más arriba sobre distintos tipos de deuda, también existen distintos tipos de ingresos que debemos conocer:

e) Ingreso unidireccional: Es el ingreso que percibe la gran mayoría de la gente que trabaja. Consiste en un salario a cambio de trabajo en relación de dependencia o en ingresos generados a través de emprendimientos personales.

f) Ingreso monitoreado: Es el generado por negocios que se pueden tercerizar, pero que requieren un monitoreo constante para mantenerse o crecer.

g) Ingreso financiero: Es el percibido mediante inversiones en activos que ofrezcan flujos de fondos regulares como, por ejemplo, los bonos y las acciones preferidas que emiten algunas empresas, especialmente en la Bolsa de Nueva York.

h) Ingreso propietario: Deriva del alquiler de un bien. Los principales son locales, casas, departamentos y cocheras.

i) Ingreso patentado: Lo perciben quienes registran su invención (desde un libro hasta un nuevo proceso productivo) y cobran regalías a cambio de su explotación.

Como puede observarse, para ganar más dinero no necesitamos exclusivamente un aumento en paritarias, sino dedicarle más tiempo a aprender sobre estos menesteres y comenzar a diversificar las fuentes de ingresos de manera gradual, aunque con decisión.

3) ¿Existe la posibilidad de volverse millonario rápidamente?

¡Claro que existe la posibilidad de hacerse rico muy rápido! La probabilidad es del 0,01% o incluso menor. Sabiendo esto, debemos descartar la estrategia de desperdiciar nuestro dinero en la lotería o cualquier juego de azar donde las chances de ganar el pozo son de una en aproximadamente 4,5 millones (tenemos más chances de que nos parta un rayo).

También debe rechazarse de plano cualquier apuesta a telares de la abundancia, el trading en Forex y aquellas colocaciones de dinero cuyos promotores auguran ganancias fáciles y en muy poco tiempo.

Ahora bien, ¿por qué la gran mayoría de la gente sigue optando por el camino equivocado o el más sencillo, pero también más perjudicial? Seguramente, la respuesta es más compleja de lo que pensamos y refiere a una multiplicidad de factores como la pereza mental, la falta de sueños concretos y metas realmente propias, el deseo de consumo en el presente estimulado por el marketing de las grandes empresas, etc.

Aceptar que el camino del dinero fácil no conduce a un buen final ni siquiera cuando se gana un pozo gigante (puesto que sin un mínimo de formación no se sabrá cuidar ni administrar) constituye un paso fundamental para madurar en materia de finanzas personales.

Conclusión

El lector no tiene por qué estar de acuerdo al cien por ciento con las respuestas que aquí brindamos. Siempre existen casos y experiencias distintas que conducen a enfoques diferentes. Los convoco a elaborar sus propias respuestas y comentarlas. Seguramente contribuirán a la causa. ¡Adelante! ¡Los leo!


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