Todo el mundo habla de él luego de los 4 goles con los cuales el Barcelona le ganó 4-1 al Arsenal por la Champions League.
Su capacidad para resolver jugadas que parecen imposibles, su intuición y olfato goleador, su habilidad y talento lo convierten en un alquimista capaz de convertir en oro todo lo que toca.
En medio de la “messimania”, se me ocurrió preguntarme ¿Quién es el Messi de las finanzas en la Argentina?.
Abajo, mis candidatos. Podés poner tu voto/opinión como comentario o mandármelo a: info@nicolaslitvinoff.net
Eduardo Elsztain
Elsztain es posiblemente el empresario argentino con mayores contactos en el mundo de los negocios. Desde hace varios años tiene una asistencia perfecta al Foro Económico de Davos -donde en la última edición tuvo la difícil tarea de defender en una mesa redonda al país de los ataques de la dura número dos del Fondo Monetario Internacional, Anne Krueger- y como ningún otro argentino tiene llegada directa a varios de los hombres más ricos del mundo, que en muchos casos se suman como socios a sus proyectos locales.
La leyenda que se creó en torno a IRSA, la mayor empresa argentina de inversiones en bienes raíces, cuenta que Elsztain viajó a Nueva York en 1989 con el objetivo de convencer a George Soros de que invirtiera en la Argentina, sin mayor carta de presentación que un par de propuestas para comprar tierras y edificios en el mercado local. Sin embargo, la historia real es un poco menos espectacular. Elsztain llegó a encontrarse cara a cara con Soros gracias a los contactos que fue desarrollando dentro la colectividad judía en Buenos Aires, que fueron los que le abrieron las puertas del poderoso empresario.
Con Soros, Elsztain trabajó durante más de diez años, hasta que el millonario del norte decidió canalizar sus inversiones hacia otros mercados más seguros. Según los hombres de IRSA, para Soros la Argentina resultó un excelente negocio y con sus inversiones durante los noventa ganó más de US$ 500 millones. Pese a esto, la relación entre ambos empresarios no terminó del todo bien y el detonante de la separación fue la decisión del norteamericano de especular con la compra y venta de bonos de la deuda argentina en el año 2000, cuando el país estaba a punto de caer en la peor crisis económica de su historia.
Más allá del espaldarazo que significó contar con el apoyo (y los millones de dólares) de Soros, la decisión de invertir en el negocio de bienes raíces era casi una imposición familiar para Elsztain. El abuelo de Eduardo, Isaac, había dado los primeros pasos en este mercado con la fundación, en 1943, de IRSA, que durante sus primeros años se consolidó como una de las principales inmobiliarias de Buenos Aires, aunque en los noventa, cuando Eduardo tomó el control de la empresa, apenas contaba con un capital de 100.000 pesos.
En el momento en que decidió hacerse cargo de los negocios de la familia, Elsztain recién había terminado el secundario en el Colegio Nacional Buenos Aires y estaba cursando los primeros años de la carrera de economía en la UBA. La carrera universitaria nunca la pudo terminar, pero con ayuda de Soros y su habilidad para desarrollar nuevos negocios fue construyendo un verdadero imperio inmobiliario, que hoy incluye a los principales shoppings de Buenos Aires (Alto Palermo, Patio Bullrich, Paseo Alcorta, Design Center y Abasto), campos ganaderos y agrícolas en todo el país (agrupados bajo la empresa Cresud), hoteles de lujo (Llao-Llao, Intercontinental y Sheraton Libertador) y varios edificios emblemáticos, como el Rulero de Retiro, el Laminar Plaza, de Catalinas, y su última adquisición, la torre de Microsoft, por la que hace unas semanas pagó 27 millones de dólares.
Fuente: Diario La Nación.
Eduardo Constantini
Comenzó a invertir los 20 años, apenas recibido de economista de la Universidad Católica de Buenos Aires. Eligió invertir en el mercado financiero y en inversiones inmobiliarias, comprando y vendiendo departamentos. Mientras trabajaba en el frigorífico familiar y ganaba algunos pesos, dedicaba todo su tiempo libre a la bolsa y al mercado inmobiliario. Unos años después y con algo de capital ya ganado, Costantini se va a Inglaterra a hacer un Master en economía. Vuelve con pocos ahorros, sigue invirtiendo, sobre todo en el mercado financiero y logra juntar un capital de U$ 200.000 gracias a sus inversiones que comenzaron con solo U$ 4.000.
Allí es cuando asesta su primer gran golpe y logra hacer su primer millón con menos de 30 años. Decide apostar todos sus ahorros y comprar un terreno en la zona del microcentro de Buenos Aires. La idea era construir un edificio allí, pero seis meses después y sin plata para hacer el edificio, recibe una atractiva oferta. Un millón de dólares por el terreno que había comprado por solo U$ 200.000. Por supuesto lo vende y con menos 30 años ya había logrado generar un patrimonio de un millón de dólares con una inversión inicial de U$4.000.
A partir de este momento y durante lo que quedaba de la década del 70 y 80, Costantini puso una empresa de asesoramiento financiero y a pesar que la economía nunca anduvo bien, la volatilidad le permitió hacer buenos negocios financieros para el y sus clientes. Su patrimonio seguía creciendo, sin prisa pero sin pausa.
A mediados de la década del 80 detecta dos empresas que estaban ridículamente baratas: Banco Francés y Terrabusi. Según Costantini, esas empresas estaban consolidadas en el mercado pero por su valor de bolsa no era mayor a los U$ 4 millones cada una. Si bien la economía argentina estaba estancada, Costantini estaba convencido que las acciones en algún momento iban a recuperar valor fuerte. Por ello, decide comenzar a comprar acciones del Francés y de Terrabusi. Los dueños de estas empresa no entendían porque Costantini compraba tantas acciones y lo llamaban para preguntarle que estaba haciendo. Pero Costantini seguía acumulando acciones. Lo concreto es que estas dos empresas comenzaron a subir su valor de una forma astronómica, sobre todo cuando en la década del 90 asume Menem e instaura su economía pro mercado.
Costantini, algunos meses antes de la crisis del Tequilla en el 95, decide vender todas sus acciones cuando el Banco Francés valía algo mas de U$ 1.000 millones.
Tres meses después de vender, surgió la crisis del Tequilla en México y el valor de la empresa se volvió a pulverizar nuevamente, pero Costantini ya había hecho su fortuna y seguramente su mejor inversión. Compro una empresa barata, la esperó y en el momento adecuado la vendió.
Fuente: Revista Inversor Global
Gregorio Pérez Companc
Gregorio “Goyo” Pérez Companc es un empresario multimillonario y magnate argentino que figura en Forbes gracias a su eminente fortuna siendo la persona con más dinero de la Argentina.
Está casado y tiene 7 hijos, uno de los cuales, de nombre Luis Pérez Companc, es corredor profesional de Rally.
Aunque nunca se ha encontrado su partida de nacimiento, se sabe que nació en el año 1934. Según lo relatado por Luis Majul en su libro “Los Dueños de la Argentina” recién fue anotado el 23 de agosto de 1945 con el nombre “Jorge Gregorio Bazán”, hijo legítimo de Benito Bazán y Juana Emiliana Molina. Según cuentan allegados al grupo, fue Margarita Companc de Pérez Acuña quien decidió incorporarlo a la familia, obligando a sus hijos a prometer que lo tratarían como a un hermano más. Estudió en el Colegio La Salle, en Buenos Aires, Argentina. En 1993 accedió a la presidencia de la compañía más importante del país. Compró el Banco Río de La Plata a la fundación Pérez Companc (manejada por su hermana Alicia) para crear así un gran emporio económico. Se casó con Maria del Carmen “Munchi” Sundblad Beccar Varela en 1964. Con ella tuvo ocho hijos: Margarita, Jorge, Luis, Rosario, Pilar, Catalina, Pablo y Cecilia. Margarita, la primera, murió en un accidente automovilístico, en una ruta de la Patagonia (Argentina), el 16 de abril de 1984 a la edad de 19 años. Sus hijos varones participan actualmente en diversas categorías automovilísticas: Jorge y Luis en el Rally Mundial con el equipo Ford Munchis’s Racing Team y Pablo en el Indy Pro Series de Estados Unidos, donde sufrió a fines de marzo de 2007 un grave accidente que casi le cuesta la vida.
Coopera habitualmente con el Opus Dei y donó entre 50 y 80 millones de pesos (por entonces equivalentes a dólares) para el Campus Universitario de Pilar de la Universidad Austral, que incluye una compleja clínica médica universitaria. Su compañía también contribuyó a convertir a la Universidad Católica Argentina en uno de los principales centros educativos en carreras de grado.
Debido a sus enfermedades, muchas decisiones del grupo recayeron sobre su esposa María Carmen “Munchi” Sundblad Beccar Varela, quién decidió, respaldada por sus hijos, vender PeCom (empresa petrolera y estandarte del holding) a la empresa brasileña Petrobras.
Actualmente los negocios apuntan a los alimentos y el campo. Una de sus últimas compras fue un Haras perteneciente a la familia Cordero, ubicada en Capitán Sarmiento, valuada la misma en U$S 15.000 la hectárea. Su principal firma es la alimenticia Molinos Río de la Plata de la cual posee un 73% del capital accionario.
Su mujer también lo motivó a crear dos negocios de mediana envergadura: Munchi’s y Temaikén. El primero es una red de heladerías que prepara sus cremas exclusivamente con leche de vaca Jersey. Temaiken es por su parte un bioparque en donde los animales no están enjaulados, sino que viven en recintos. Temaiken cuenta con 400 empleados aproximadamente, es el primer bioparque en latinoamerica y el primero en pertenecer al mundialmente conocido AZA.
Fuente: Wikipedia
Wenceslao Casares
Es actualmente Ceo de Meck Ltd, sociedad que se dedica a las inversiones en variados rubros y que tiene sede en Chile. Fundó el Lemon Bank en Junio del 2002 (www.lemon.com), una banco retail de Brasil para los pobres.
En 1997, Casares fundó Patagon (www.patagon.com), una corredora de Bolsa Online Argentina. A medida que la compañía se expandía por Latinoamérica, Casares vivió en Sao Paulo, Ciudad de México y Nueva York. La empresa también se expandió hacia la banca online en España y en Alemania. La venta de Patagon fue conocida mundialmente como una de las más exitosas del mundo virtual (700 millones de dólares es lo que pagó el Banco Santander apenas un tiempo antes de que explote la burbuja del NASDAQ).
En 1994, Casares lanzó Internet Argentina S.A. (www.interar.com.ar), el primer Proveedor de Servicios de Internet del país. Luego vendió esa empresa para fundar Patagón. Casares es también fundador de Wanako Games.
Es un Endeavor Entrepreneur, organización sin fines de lucro comprometida a identificar, apoyar y promover la nueva generación de líderes empresariales en mercados emergentes, y también fue miembro de su Directorio. Además, en el 2001 fue elegido miembro del World Economic Forum’s Global Leaders for Tomorrow (GLT) – Foro de Economía Mundial para Líderes Globales del Mañana. Como integrante de GLT, Casares participa activamente en eventos de responsabilidad social global dentro de la comunidad de GLT. Es, además, miembro de la Organización de Presidentes Jóvenes del Capítulo de Miami y ha completado el Programa de Administración para Propietarios y Presidentes de la Escuela de Negocios de Harvard.
Fuente: www.amchamchile.cl
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