Timba: En la Argentina se le suele decir Timba algo que está regido por el azar.
Muchas veces me pregunté el porqué de esa reacción furiosa y pasional que tienen la mayoría de los Argentinos (y de muchos otros países también) cuando se habla de ganar dinero en la bolsa.
“La bolsa?…es una timba!” Contestan con una seguridad que no aparentan tener en otros órdenes de la vida.
Para casos concretos, van alguno de los comentarios de mi nota “8 Tips para ganar dinero con acciones” que el diario La Nación publicó recientemente:
Comentario1:
Hay que dedicarse a laburar. Esta probado que un simio puede invertir en bolsa tan bien como el mejor experto. Es una timba. Hay que invertir en capital productivo y dejarse de hinchar pensando que la guita se multiplica sola. Si fuera por mí cerraría todas las bolsas y mandaría a las financieras a plantar maíz con los dedos.
Comentario2:
La Bolsa es un CASINO mas sofisticado. Y como todo Casino, para poder ganar en el necesitas cálculos y estadísticas (esta es la base de los casinos) e información para saber que y donde apostar. La bolsa se basa en apuestas y en un valor que se le agrega a las compañías de acuerdo a la demanda que van teniendo. Valor que siempre es manipulado como lo hacen los Grandes Bancos e inversores en conjunto. PARA PODER GANAR, SIEMPRE ALGUIEN TIENE QUE PERDER…! Concepto básico de cualquier CASINO… Si se animan a perder, pueden jugar. Te lo dice alguien que tiene experiencia en la Bolsa. Tengo un 401K y yo como millones de otros perdimos el 40% gracias a un casino obligatoria como son los planes 401k y el sistema jubilatorio por estos lados. La mejor inversión es el ahorro y la salud. La pregunta es, en que ahorro y como hago para tener mejor salud. Ese es otro capitulo y otro precio!
Comentario3:
Sr- Litvinoff. Discúlpeme, pero se olvido un tips y es fundamental y es; Sepa lo que sepa de la bolsa, estudie todo lo que tenga que estudiar sobre acciones, aun bien preparado, JAMAS VA A GANAR UN PESO EN LA BOLSA. Todo es humo, señor, no trate de vender lo que es invendible.
A continuación, algunas explicaciones desde el punto de vista del Coaching Financiero acerca de la intensa (y muchas veces violenta) reacción que experimentan ciertas personas cuando se les dice que se puede ganar dinero en la bolsa:
i) El facilismo de considerarse la victima y culpar a los factores “externos” a la persona, de las causas de los problemas que enfrentamos y no podemos resolver. Mucha gente “se compró” la explicación de algunos periodistas poco informados de que las crisis en general (y la última crisis en particular) eran culpa de la Bolsa y de los que en ella invierten.
De esa manera, el factor externo responsable de su insatisfacción económica actual es la bolsa y todos los especuladores que allí conviven.
ii) “Dado como soy no puedo aprender eso.. O pensamos que determinado aprendizaje no es para nosotros dado la persona que somos. O que no tenemos el cuerpo necesario o la altura necesaria, Esto es muy complicado para mí. Yo no puedo. No es mi momento”. “Estoy muy ocupado trabajando todo el día para ponerme a aprender sobre la bolsa”. Estas son algunas de las declaraciones que nos impiden abrirnos al aprendizaje de lo nuevo. No asignarle prioridad al aprendizaje. (No tengo tiempo). Soy víctima de la vorágine cotidiana y el mundo no me deja aprender. No me muestro responsable frente al aprendizaje. Cuando “culpo” al otro o a alguien, por lo que me pasa (inclusivo al escaso tiempo que digo tener), inmediatamente pierdo el poder de hacer algo para cambiarlo, ya que le entrego el poder al “otro”.
El problema con esto es que hace que la gente defina mal sus prioridades diarias. ¿Qué sentido tiene trabajar todo el día si luego al pensar que la bolsa es una estafa no nos quedan lugares donde invertir nuestro dinero y vemos como la inflación se va “comiendo” todo lo ganado?
Se debe luchar contra estas conversaciones de imposibilidad para poder superarse y descubrir nuevas posibilidades.
iii) Incapacidad o miedo a decir “No sé”. Referimos todo lo escuchado a nuestras experiencias pasadas. Nos cuesta reconocer que hay cosas que no sabemos creyendo que deberíamos saber. Cuando decimos yo ya sé y prácticamente no escuchamos lo que el otro está diciendo (“yo ya sé que la bolsa es una puro azar”). Cuando alguien dice una palabra que desconocemos pero la dejamos pasar porque no queremos que se de cuenta.
Existe una cierta idea de que aprender sobre la Bolsa (y sobre finanzas en general) es algo muy difícil y que requiere conocimientos muy sofisticados de matemáticas y números. Resulta entonces más fácil decir que la Bolsa es una timba que reconocer que no se sabe del tema (y que por ende, se está dejando pasar por alto la posibilidad de agregar una fuente de ingresos a nuestro patrimonio).
iv). El fenómeno de la ceguera cognitiva. Cuando no sabemos que no sabemos. Para poder aprender hace falta una declaración de ignorancia. La ignorancia no es lo opuesto al aprendizaje. Postulamos que la ignorancia es el “umbral del aprendizaje”.
¿Se imaginan a aquellos que exclaman enfáticamente “la bolsa es una timba!” pensándolo dos veces, haciendo una pausa y declarándose luego ignorantes en este tema? Porque este es el primer paso honesto para aprender cualquier cosa que nos interese: primero declarar nuestra ignorancia para luego comenzar a aprender.
v) Creer que aprender y divertirse no son una mezcla posible y poderosa. Esto es especialmente muy importante para los que se declaren facilitadores del proceso.
“Si a mi me enseñaron que trabajar es sacrificarse, que para ganar dinero hay que romperse el lomo…entonces no puede haber personas que ganen dinero invirtiendo en la bolsa y luego disfrutando de su tiempo libre”.
Este es un ejemplo de conversaciones de imposibilidad que hacen que se pierdan oportunidades preciosas.
vi) No dar autoridad a “otro” para que nos enseñe. A partir de nuestra declaración de ignorancia el segundo paso implica encontrar un maestro. Cuando declaramos a alguien como nuestro maestro, le otorgamos confianza y autoridad reconociendo su mayor capacidad de acción. A veces nos posicionamos en lugares donde nadie “nos alcanza” para enseñarnos.
Buscar y encontrar un coach financiero parece resultar una tarea demasiada ardua para algunos, pero más que nada porque significa muchas veces confiar en otra persona, y muchos creen que confiar significa que al concederle autoridad a alguien estamos dispuestos a someternos a la dirección de esta persona, a sus instrucciones y a aceptar sus exigencias. Aprender es introducirse en un dominio de acción en que aceptamos no saber. La única forma de llegar donde no sabemos es confiando en el maestro y dejándonos guiar por el. Lamentablemente las distinciones entre confianza e ingenuidad y entre desconfianza y prudencia son por lo general ignoradas. Hay quienes son reacios a darle autoridad y a confiar en aquellos de quienes quieren aprender.
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A veces me pregunto porqué debería perder el tiempo discutiendo con gente que me dice que no se puede ganar dinero en la bolsa cuando yo y otros tantos inversores más que conozco lo venimos haciendo recurrentemente durante los últimos 10 años a pesar de crisis y burbujas? Y me contesto: porque sé que atrás de esas afirmaciones hay un coctel de ignorancia, despecho y frustración que pueden ser erradicados si se tocan los nervios correctos y, además, por ese instinto que por suerte todavía tenemos algunos de querer compartir las cosas que nos gustan.
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